Trabajadores del INTI denunciaron que en la puerta del acampe que mantienen desde principios de este año aparecieron dos balas de plomo, un mensaje que consideran «mafioso e intimidatorio», tal como expresaron dirigentes de ATE. Además, denunciaron el robo de una computadora con información sobre los expedientes cesanteados y y documentos sindicales.
Giselle Santana, secretaria gremial de la Junta Interna de ATE en el INTI, declaró ante este hecho que “entendemos que la escalada de violencia represiva no para, que nuestras vidas están en riesgo pero no vamos a dejar de luchar por la reincorporación de nuestros compañeros y para evitar el vaciamiento del instituto”.
En ese sentido, uno de los empleados estableció que «existe una persecución directa» y que lo que sucedió “es un intento de la patronal para poner a los trabajadores en temor y ocultar lo que está sucediendo en el Inti y en el país. Es una estrategia a las que nos tiene acostumbrado este gobierno. Ayer a la noche le robaron a un delegado en su casa, no le robaron nada y le revolvieron toda la casa”.
En este contexto, los trabajadores responsabilizan a la ministro de Seguridad, Patricia Bullrich, y a los directivos del organismo por «cualquier cosa de lo que ocurra con la vida o la integridad física de los trabajadores del instituto” y apelaron a la solidaridad de organizaciones sociales y políticas.