Esta semana decenas de miles de trabajadores ferroviarios del Reino Unido llevarán adelante las jornadas de huelga más importantes de los últimos 40 años, con paros los días martes 21, jueves 23 y sábado 25 en reclamo por aumentos salariales que permitan compensar el incremento del costo de vida para los trabajadores.
El sistema ferroviario inglés afronta su mayor conflicto desde la huega de 1989 gracias a la convocatoria de la Unión Nacional de Trabajadores Ferroviarios, Marítimos y de Transporte (RMT, por sus siglas en inglés) que anticipó el paro de 50.000 trabajadores ferroviarios —más de la mitad del total de miembros de RMT— en trece compañías operadoras de trenes, Network Rail y el metro de Londres. Según el gremio, las medidas pueden profundizarse si no hay respuestas urgentes de las empresas.
El secretario General de RMT Mick Lynch explicó respecto de las demandas gremiales ante un escenario de más de dos años de congelamiento salarial (desde el inicio de la pandemia) y de creciente inflación y el aumento de tarifas que erosionan el poder adquisitivo de los salarios: “Tenemos a personas con empleos a jornada completa que se están viendo obligadas a recibir ayudas estatales y utilizar bancos de alimentos. Esto es una desgracia nacional”.
Los integrantes del RMT no son tanto los maquinistas sino los trabajadores peor pagos del mundo ferroviario, incluyendo al personal de puertas, boleterías y equipajes o de las líneas de atención al cliente, despachadores y señaleros, lo mismo que a los trabajadores de empresas de limpieza tercerizadas, que suelen cobrar menos de 10 libras por hora.
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Rupert Pickering, secretario de Juventud del RMT, agregó: “Estas huelgas deben verse como parte de un movimiento más amplio de la clase trabajadora para hacer frente a la crisis del aumento del costo de la vida, que afecta a los más pobres. A pesar de ser un sindicato relativamente pequeño, el RMT entiende que nuestra huelga es especialmente importante, porque marca la pauta para otros sectores a los que se les dice que deben soportar más recortes salariales en términos reales. No escucharemos a los banqueros centrales que ganan millones al año cuando advierten que podríamos iniciar una espiral inflacionaria precios-salarios”.
El dirigente aclaró que aunque el reclamo salarial de aumento ante una inflación del 11% es central, también se lucha contra los cambios que impulsan las empresas y el gobierno británico, que buscan implementar recortes masivos en la red ferroviaria, despidiendo a miles de trabajadores, lo que implica un aumento del peligro para los usuarios por la reducción de controles de seguridad. En ese sentido, Pickering alertó sobre una avanzada privatizadora y recordó que cuando empresas privadas se encargaron del mantenimiento y la seguridad ferroviaria entre 1994 y 2002 se produjeron tres gravísimos accidentes ferroviarios que dejaron 42 muertes y cientos de heridos.