En las últimas semanas distintos gremios de trabajadores de los Estados Unidos han venido lanzando huelgas en reclamo de mejores condiciones de trabajo, aprovechando un momento de alta demanda de mano de obra. Se registraron medidas de fuerza de trabajadores de la sanidad, el cine, la hostelería y la fabricación de tractores.
En la empresa de maquinaria agrícola Deere & Co 10 mil trabajadores rechazaron el acuerdo propuesto por la empresa y el pasado 14 de octubre fueron al paro. Unos días antes 14 mil empleados de la alimenticia Kellogg’s habían lanzado piquetes delante de las plantas de Nebraska, Michigan, Pensilvania y Tennessee.
También maquilladores, iluminadores, sonidistas y camarógrafos de la industria del cine hollywoodense amenazaron un paro, que sólo se evitó cuando los estudios aceptaron mejorar las condiciones de trabajo. Algo parecido sucedió con los trabajadores de la alimenticia Nabisco o el consorcio sanitario Kaiser Permanente, que logró que 24 mil empleados de California y Oregón salieran a movilizarse. El pasado 15 de octubre, los taxistas de Nueva York bloquearon el puente de Brooklyn.
Daniel B. Cornfield, profesor de sociología de la Universidad de Vanderbilt, explica: “Las huelgas están empezando a tomar fuerza a medida que la economía vuelve al pleno empleo. Pese a que el número de huelgas no es tan alto como antes de la recesión provocada por la pandemia, está creciendo aparentemente en todos los sectores de la economía de EEUU. Particularmente en el manufacturero, gobierno local, construcción, minería, logística y otros servicios”.
El académico detalla que a pesar de que el nivel de sindicalización de del país apenas alcanza al 11% (la mitad de lo registrado en los años 70), hoy las huelgas están siendo organizadas sobre todo por los sindicatos y van en aumento, registrando 255 en lo que va del año y 44 sólo en octubre. Este fenómeno dio incluso lugar a que se acuñe el hashtag «striketober», combinación de las palabras huelga y octubre.
Hace pocos días Liz Schuler, presidenta de la AFL-CIO, principal federación sindical de los EEUU, manifestó: “Los trabajadores están en huelga para conseguir un mejor trato y una vida mejor. La pandemia realmente evidenció las inequidades del nuestro sistema y la gente trabajadora se está negando a volver a trabajos que ponen sus vidas en riesgo”.
