El Gobierno analiza subir Bienes Personales y en ese marco, el equipo económico cree que hay cierto margen para insistir con el aumento que comenzó apenas asumió el Gobierno. La discusión se da en el marco de una reforma tributaria de la que se habla desde la llegada al gobierno pero que la pandemia demoró.
En el reciente viaje a Europa, se dejó trascender esta iniciativa como parte de la estrategia de acotar el déficit fiscal de este año, ante la creciente necesidad de asistencia estatal por la pandemia y la decisión política de no aumentar las tarifas en la proporción que sería necesario. Pero además, y sobretodo, como la forma de dar continuidad a distintos planes de urbanización de barrios vulnerables y de reactivación de la economía popular, otro de los compromisos de Alberto Fernández con los Movimientos Sociales.
Desde el sector privado insisten en que está comprobado que los impuestos patrimoniales producen fuga de capitales pero en la administración nacional existe la pretensión de volcar a la deuda social existente -en un país con 42% de pobres-, una mayor distribución de los recursos.
De hecho con el aporte Solidario de las Grandes Fortunas se obtuvo el triple de la cifra esperada y se destinaron 50 mil millones de pesos para la urbanización de los barrios populares, lo que permitió iniciar obras en cien barrios de todo el país a cargo de la Secretaría de Integración Socio Urbana, que conduce Fernanda Miño.
“Con estos ingresos, estamos seguros de poder urbanizar 400 barrios durante este año, y tal vez llegar a más”, aseguró Miño, quien administra ese 15 por ciento del impuesto a las grandes fortunas que fue destinado por ley, al FISU (Fondo de Integración Socio Urbana).
Pero volviendo a los motivos del debate, otro tema de análisis son las acciones judiciales que podría implicar: la alícuota de 1.25 % para bienes en el país y del 2.25% para bienes en el exterior ya son considerablemente altas y el Impuesto a la Riqueza, llamado Solidario, fue establecido por única vez, lo que según especialistas “esta suba de Bienes Personales derribaría” y el gravamen habría venido para quedarse, como una doble imposición, tal como lo anticiparan los especialistas.
A la hora de la reforma, el efecto que habrá que regular también es el aumento de la informalidad; las operaciones inmobiliarias que se van a hacer por menor valor y la mayor circulación de efectivo, entre otras.
Pero sobre todo la discusión que se dará, será política. Por lo que promete ser larga y de gran envergadura, con un condimento no menor en medio de la acalorada pelea: elecciones legislativas.