La Confederación de los Sindicatos Industriales de la República Argentina (CSIRA) decidió oficialmente brindar su apoyo a la gestión de Alberto Fernández por su «defensa de la industrialización y el empleo, profundizando el desarrollo regional a través de la integración al mundo con un Mercosur fortalecido».
En un documento, firmado por Ricardo Alberto Pignanelli de SMATA, Antonio Caló de la UOM, José Ramón Luque F.O.E.I.P.C.y Q. (papeleros), Rodolfo Daer STIA (alimentación), Hugo Benítez AOTRA (textiles), Agustín Amicone UTICRA (calzado), Walter Correa SOCRA (curtidores), Héctor Laplace AOMA (mineros), Héctor Ponce ATILRA (lecheros), entre otros; la CSIRA pidió un fortalecimiento regional y señalaron que una «baja de aranceles y mayor flexibilización comercial con terceros bloques y países desarrollados implicaría la pérdida de producción y trabajo en el Mercosur. Significaría un debilitamiento del bloque regional por la pérdida de preferencias de acceso de los socios del Mercosur a manos de terceros bloques y países de mayor desarrollo, sin considerar en esos acuerdos comerciales las premisas básicas de “Tratamiento Especial y Diferencial” por el nivel de desarrollo productivo disímil entre las partes firmantes».
Por eso, consideran imperioso «fortalecer el bloque tomando los resguardos de mercado, planteando en las negociaciones exigencias de menores de aperturas y mayores accesos para los bloques que, como el Mercosur, presentan aún industrias nacientes, cadenas productivas incompletas, niveles tecnológicos rezagados, mercados regionales de
enorme crecimiento potencial», y mayores indicadores de pobreza que los bloques desarrollados con que se pretende acordar comercialmente “en una utópica y dañina paridad” que a todas luces no es tal.
En un contexto global muy complejo del comercio mundial, CSIRA rechaza «una inserción internacional primarizada, teniendo en cuenta que el Mercosur se fundó con la premisa de fortalecer el comercio interno, integrarse en cadenas de valor regionales, impulsar la tecnología y, después, salir al mundo con una inserción inteligente».
Y dejaron en claro que el camino debe ser «defender el trabajo como instrumento para alcanzar el desarrollo económico y no insertarse en el mundo sobre la base de exportar recursos naturales condenando a una gran parte de la
población al desempleo o la marginalidad laboral». «Estamos convencidos de que el diálogo y el consenso son las herramientas de la transformación ante los enormes desafíos del país y de la región», completaron desde la organización.