Iba a ser el pasado miércoles 3 de marzo, pero finalmente los preparativos hicieron demorar una semana más la esperada convocatoria para la que serán citados el ministro de Trabajo, Claudio Moroni y el mismo jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, acto en el que, la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular recibirá la resolución firmada donde consta que “las personas que se desempeñan en el ámbito de la Economía Popular podrán constituir asociaciones y ejercer derechos una vez inscriptos”.
La agrupación de movimientos sociales recibirá de manos de Moroni entonces el “pase” que los habilitará a iniciar el proceso legal constitutivo –de acuerdo al estatuto- de la personería gremial que en principio tendrá “autoridades provisorias” hasta tanto hacia el mes de febrero 2022 pueda efectuar el primer llamado a elecciones.
Así entonces, lo que ahora es una ONG, desde este momento integrará un Registro de Entidades de la Economía Popular que las habilitará para oficiar como representantes ante las instituciones del Estado y luego darán un paso más para alcanzar la personería gremial, por lo que serán un sindicato “en primer grado” logrando el objetivo de ser un gremio confederado e integrando la CGT.
Han sido muchos los codazos que han impedido en estos cuatro años de lucha que se alcance éste sueño. Y todavía hay dudas de que finalmente lo logren por oposición de distintos gremios consolidados que ven con cierto recelo la llegada de los movimientos sociales a la sede de Azopardo, sobre todo por ciertas anomalías en lo que será la nueva representación que agremiará a trabajadores precarizados de todas las ramas cuando el modelo sindical argentino establece la personería sólo a las organizaciones mayoritarias de trabajadores en cada rama de actividad.
Sin embargo, desde los sectores de la Economía Popular insisten en que, su desembarco es inevitable. De hecho planifican un “megaacto” para el 1 de Mayo, día del Trabajador, donde esperan contar por lo menos con 300 mil personas, para celebrar ese día el fin de los “trámites”, con toda la documentación entregada en la cartera de Trabajo previamente.
Según aseguran, no se trata sólo de una definición «administrativa» que les habilita sindicalmente respecto a obligaciones y derechos sino que la decisión política marca cambios sustanciales. Lejos está eso, confesaron sus referentes a “perder el protagonismo en las calles”, lugar natural donde los movimientos sociales se expresan históricamente, y donde se visibiliza la “durísima situación territorial” que atraviesan millones de argentinos, expresaron.
Tampoco faltarán al encuentro los funcionarios provenientes de los movimientos sociales, como es el caso de Emilio Pérsico –actual secretario de Economía Social- proveniente del Movimiento Evita, Miguel Angel Gómez -titular de Agricultura Familiar- o Fernanda Miño –actual, mano derecha de Juan Grabois, que ésta semana fue noticia por tratar de “faloperos” a los petroleros de la provincia de Chubut, expresiones que le valieron un pedido de disculpas públicas.
En la última semana los representantes de la UTEP tuvieron una reunión con Moroni donde además de ese tópico dialogaron sobre otras alternativas. «Se trató de un encuentro muy importante con el ministro de Trabajo», expresó Onorato.
Recordemos que la presentación en sociedad de la UTEP tuvo lugar en el micro estadio de Ferro hace un año, y el consenso para que siga siendo Esteban “el Gringo” Castro el conductor de la nueva organización conformada está intacta, aun pensando en los cambios que se vienen.