La planta de Alvear de la General Motors comenzó con un proceso de suspensiones de personal para bajar un turno productivo hasta fines de enero del próximo año, así como a adelantar vacaciones del personal. Smata confirmó la medida en asambleas realizadas en la fábrica, en las que informó que las suspensiones serán rotativas, involucrando a la mitad de los trabajadores de la planta por vez, que cobrarán un 70% del sueldo de bolsillo.
La decisión empresarial se encuentra motivada por la fuerte caída de las ventas en Brasil de los vehículos modelo Chevrolet Cruze II, cuya producción se lanzó formalmente en mayo de 2016. El 80% de la producción de la planta se exporta al país vecino, cuya lenta recuperación económica no logra cumplir con las expectativas exportadoras, ni siquiera con la reciente devaluación argentina que vuelve más competitivos los productos nacionales. Sin embargo, el segmento donde se ubica el vehículo en cuestión sufrió una caída de 6% en Brasil. En contra de la tendencia general, el Cruze creció levemente en su venta en el mercado local, pero su incidencia es menor por absorber menos del 20% de la producción de la planta de Alvear, situada a 14 kilómetros de Rosario.
Marcelo Barros, secretario General del Smata Rosario, confirmó la medida empresaria y el acuerdo gremial: “Llegamos a un acuerdo con la empresa para bajar un turno de producción, de modo que a partir de ahora se bajará de 25 a 15 autos producidos por hora. Además, habrá un adelanto de las vacaciones” (aunque manteniendo el bono vacacional y la totalidad del aguinaldo).
El gremialista detalló: “Al quedar un solo turno de producción, si se dividen los más de 1.400 trabajadores, sobrarían en promedio entre 600 y 700”. Luego coincidió con el diagnóstico empresarial al reconocer la crisis del sector: “Las ventas de autos cayeron el mes pasado un 17%, tanto en modelos nuevos como usados, pero además con los problemas existentes en Brasil no podías venderle un auto”.
La empresa ya venía realizando paradas mensuales para frenar el exceso de stock, pero ante la falta de reacción del mercado brasileño decidió recurrir a las suspensiones para evitar una acumulación de 19 mil nuevas unidades hasta enero del año próximo.
Ante esta situación, Barros declaró: “Para evitar despidos y mantener las fuentes de trabajo, optamos por esta salida”.