En medio de una jornada marcada por la fuerte suba del dólar, que superó los $41 y con fuertes rumores de cambios en el gabinete nacional, la marcha en “defensa de la universidad pública” fue multitudinaria. Pese al diluvio la marea de manifestantes en las diagonales que bordearon la Plaza de Mayo reflejaron el malestar social en base a las medidas que tomó el gobierno de Mauricio Macri en cuanto a la educación, ciencia y tecnología.
En la tarde de ayer se comenzaron las tomas en las más de 20 universidades, posterior a la última oferta salarial que realizó el gobierno nacional a los docentes universitarios de 4,8%. Cabe recordar que los docentes, recibieron un primer adelanto del 5 por ciento a cuenta de futuros aumentos recién en el mes de mayo. El segundo aumento del 5,8 por ciento fue pagado en agosto, cuando la inflación acumulada entre marzo y junio promediaba el 14,7 por ciento. Esto indica que sus salarios, a la fecha, se encuentran 3,9 por ciento debajo de la inflación.
Además, desde los diferentes gremios, denuncian la subejecución de fondos destinados a las obras de infraestructura universitaria. El “recorte de estos fondos” genera un perjuicio que obliga a las facultades a funcionar en forma inadecuada,lo que significa la imposibilidad del dictado de carreras en algunos casos, o la precariedad de las condiciones en otros.
A partir de este viernes, solo uno de los seis gremios que participaron de la marcha continuará de paro. Se trata de la CONADU «histórica», que seguirá con la medida de fuerza, mientras que el resto espera poder restablecer el diálogo con las autoridades educativas en las próximas horas y alcanzar un acuerdo paritario cercano al 30% que es lo que se le está demandando al gobierno.