En distintas ciudades de Chile, estudiantes y gremios salieron a la calle para protestar contra el gobierno de Sebastián Piñera, demostrando que los reclamos en el país trasandino por «cambios sociales» profundos se mantienen y están lejos de apagarse.
Los manifestantes cortaron calles y se sentaron en los andenes de las estaciones de subte, provocando caos en el tránsito. Detrás de las medidas de fuerza estuvo, por un lado la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios de Chile (ACES), quienes exigieron la renuncia del mandatario y anunciaron tomas de colegios. En algunos establecimientos directamente no hubo asistencia de alumnos.
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Mientras que en otros, como el Instituto Nacional, se produjeron severos incidentes y enfrentamientos entre los estudiantes y la Policía, con lanzamientos de bombas molotov y barricadas desde primera hora de la mañana del miércoles.
Por otro lado, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) de Chile llamó a «un paro de la actividad productiva del país» y convocó a un «cacerolazo nacional». En la misma línea, la plataforma Unidad Social, compuesta por la CUT y otros cientos de agrupaciones sociales y sindicales, convocó a una jornada de movilización nacional bajo el lema «2 años con Piñera, 30 años de abusos».
Los ciudadanos continúan pidiendo «un modelo social más justo», tras el estallido que se desencadenó por el aumento de la tarifa de transporte público en octubre pasado. A partir de ese momento, y pese a algunas tenues concesiones del Gobierno, la imagen de Piñera cayó en picada y casi termina presentando la renuncia.
