Según el más reciente informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), durante julio la canasta básica alimentaria (CBA) aumentó un 2,9% respecto del mes anterior, mientras que la canasta básica total (CBT) lo hizo en un 2,5%. La primera determina la línea de la indigencia y la segunda la de la pobreza. Así para no ser pobre hicieron falta 31.934,44 pesos y para no ser indigente 12.773,78, considerando una familia tipo de dos adultos y dos menores.
Según el organismo estadístico nacional, la inflación de julio fue de 2,2%, con un acumulado de 54,4% en el último año (el impacto de la devaluación post electoral comenzará a verificarse en la evaluación de agosto).
Las variaciones interanuales de CBA y CBT fueron de 57,3% y 58,6%, respectivamente, lo que confirma que los alimentos y servicios básicos siguen aumentando por encima de la inflación general.
En lo que va del año, el aumento de los precios ya se sitúa en 25,1%, más de dos puntos por encima de lo que el Gobierno de Mauricio Macri anticipó como total para 2019 en el presupuesto nacional. Para agosto se espera una inflación superior al 4%, que en septiembre podría llegar al 6%, alcanzando una cifra anual superior al 50%, más del doble de lo previsto.