La última medida gremial en rechazo de la política aerocomercial del Gobierno decretada por la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), afectó los vuelos –aunque sólo parcialmente- en los Aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque y provocó un fuerte cruce entre los sindicatos del sector y el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, quien amenazó con “multar”a los involucrados.
Para el funcionario, la medida de fuerza de los gremios aeronaúticos mantuvo fines electoralistas y evalúa sanciones: «Todo lo que encontremos para penalizar, lo vamos a utilizar», dijo Dietrich.
El conflicto del sector aerocomercial es de larga data e incluye desde los gremios denuncias por “achiques” en sectores que afectan desde “la seguridad en los vuelos” hasta el peligro por “pérdida de los puestos de trabajo”.
Se suma por estos días también la pelea “por la soberanía de los cielos argentinos” luego del acuerdo entre nuestro país y los Estados Unidos para habilitar «frecuencias ilimitadas» entre ambos países, donde el gremio de Pilotos señala que va “en total detrimento” de las empresas nacionales y el trabajo argentino.
Desde los gremios aeronáuticos admiten que un paro es inminente. De cara a las vacaciones de invierno, el conflicto seguramente se recrudecerá de no mediar intermediación en los reclamos.
El lunes pasado, siete gremios del sector emitieron un comunicado que anticipaba el conflicto. Allí se declaraban «en estado de movilización y alerta» e indicaban que implementarían medidas de fuerza en los próximos días.
En el documento, los gremios expresaron su rechazo a una resolución firmada la semana pasada con los Estados Unidos. Los sindicatos interpretaron la medida como una «apertura total de los cielos» y un «ahogo financiero» a las empresas nacionales. Acusaron a Dietrich de «entregar el mercado a los intereses de la industria extranjera».