La crítica situación económica y social de nuestro país reafirma la decisión de un sector de la población que hoy no dudaría en irse del país si le surgiera una oportunidad laboral en el extranjero, según el Monitoreo de Opinión Pública de la consultora Oh! Panel.
De todos modos, la crisis actual dista de tener el mismo efecto en términos de migración que la del 2001. Según explicó al portal Iprofesional Gonzalo Peña, especialista de la consultora: “Diría que son dos crisis incomparables en este sentido, ya que el desarrollo de la economía digital ‘acercó’ el mundo y redujo las distancias de ‘lo foráneo’”.
“Hoy es más sencillo que ayer radicarse en el extranjero, especialmente para los Millenials”, añadió el consultor y recordó que “en 2001 se evidenciaba un claro hartazgo con la clase política que, en cambio, hoy no se registra. Actualmente existe una polarización, pero el voto anti-sistema es prácticamente inexistente. Y eso marca una diferencia cualitativa muy clara”.
De acuerdo al estudio, un 81% de los 1.000 argentinos que contestaron su encuesta no se encuentran activamente buscando oportunidades laborales en el exterior. Un 19% sí lo hace, lo que implica un incremento de dos puntos respecto de la medición de diciembre.
En cuanto a si se irían del país en caso de tener una oportunidad laboral concreta en el exterior, el 39% reconoció que sí (un 21% lo haría definitivamente y un 18% probablemente), mientras que un 36% se quedaría incluso existiendo esa oferta en el exterior y un 24% aseguró que rechazaría de plano esa posibilidad de trabajo.
“Hoy radicarse en el exterior no es una opción sencilla. Más allá de la crisis local se percibe que el mundo no está transitando por un momento de ‘esplendor’ laboral, con excepción del mercado norteamericano. Pero en lo relativo a Europa y América Latina, las expectativas de conseguir un mejor futuro laboral son hoy reservadas”, subrayó Peña.
El especialista discriminó la posible aceptación de un trabajo en el exterior por generaciones: “Hoy al X y al Baby Boomer les cuesta mucho más pensar en radicarse en el extranjero. El Millenial, en cambio, lo evalúa con mayor factibilidad en tanto y en cuanto lo económico se sume a la posibilidad de acceder a un entorno laboral que les ofrezca un equilibro entre vida laboral y personal”.
Respecto de la medición semestral anterior, son más los que están seguros de que se irían a vivir a otro país si tuvieran posibilidades (17% en diciembre y 21% en mayo) y también los que afirman que rechazarían esa posibilidad para quedarse en el país (20% en diciembre y 24% en mayo).
El experto de Oh! Panel considera que se trata de una polarización coyuntural: “Las diferencias son estacionales, más que significativas en lo estadístico. Es decir, queda claro que existen dos segmentos claramente diferenciados en torno al 20% cada uno: los que se irían con una chance y los que de ninguna manera (o bajo ningún contexto) lo harían”.
Un 54% de los consultados indicó que se iría a vivir al extranjero en busca de una mayor estabilidad económica y un 41% también destacó la posibilidad de residir en un país con mayores posibilidades de progreso económico. El 44% dijo que quisiera estar en una nación donde los ciudadanos estén más tranquilos, sin angustia ni nerviosismo y un 41% planteó la cuestión de la inseguridad.
“Más allá de quien resulte electo en 2019, lo que motoriza la decisión de migrar es la falta de certidumbre sobre el mediano plazo. Sobre cómo serán las reglas de juego en lo económico, esencialmente, en la Argentina. Y hoy, en la campaña electoral, eso está en disputa y acrecienta la incertidumbre”, concluyó Peña.
Las principales preocupaciones que recoge el estudio tienen que ver con la inflación (86%), pobreza (67%), desempleo (66%), estado de la educación (56%) y la inseguridad (55%). En cuanto a los sentimientos imperantes en la sociedad argentina, el estudio arrojó que un 56% está desesperanzado, 61% está triste, 62% se encuentra enojado y el 61% está harto y escéptico.