A 40 años del primer paro general de la CGT contra la dictadura

Si bien no tuvo las características que tiene hoy en día un paro general, pues la protesta fue organizada clandestinamente y contó con un acatamiento parcial en medio de la represión, provocó que el régimen otorgara un aumento de sueldos general del 19%, logro que fue muy bien recibido por los trabajadores.

Entre sus principales dirigentes se destacaba el protagonismo del dirigente cervecero Saúl Ubaldini, quien ya en democracia fue elegido secretario general de la unificada Confederación General del Trabajo.

Así este 27 de abril se cumplen 40 años de la primera huelga nacional realizada en el país contra la última dictadura cívico-militar, en 1979. La protesta, organizada en la clandestinidad por la detención de sus principales dirigentes, fue convocada además de cuestiones salariales, por mejores condiciones de trabajo, la liberación de los detenidos y la recuperación del estado de derecho.

La organización del paro estuvo a cargo de la «Comisión de los 25», uno de los sectores en que se dividía entonces el sindicalismo argentino.

El 21 de abril de 1979, la «Comisión de los 25» convocó a una jornada de protesta para el 27, siendo encarcelados, antes de la huelga, sus dirigentes más notorios como Ubaldini, Roberto Digón (tabaco), José Rodríguez (SMATA), Roberto García (taxistas) y Gerónimo Izetta (municipales bonaerenses), entre otros.

Los testimonios de época así lo muestran: “nos llevó más de un año organizar lo que para nosotros era una forma de demostrarle a los argentinos y al mundo que los sindicatos estaban de pie. Queríamos protestar contra una política económica, pero también denunciar las violaciones a los derechos humanos que se cometían” manifestó Roberto Digón, entonces líder del gremio de los trabajadores de la industria del Tabaco y referente de los 25.

Pese a estas detenciones, el paro se llevó a cabo y estuvo motorizado por las segundas líneas de los gremios, que lograron que la medida se sintiera en plantas automotrices e industriales del cordón fabril del Gran Buenos Aires, Rosario y Córdoba.

Aunque no contó con una adhesión masiva, la medida de fuerza marcó un hito en la resistencia del movimiento obrero frente a la dictadura.

“Cuando salí de la cárcel organizamos la CGT Brasil con el liderazgo de Ubaldini y realizamos la marcha de Paz, Pan y Trabajo durante la procesión a San Cayetano. El 30 de marzo de 1982 marchamos a la Plaza de Mayo contra la dictadura, que lanzamos tres días antes de la Guerra de Malvinas cuando la dictadura había decidido fugar hacia adelante”, recordó Digón.