Un informe realizado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) sobre los niveles de endeudamiento de los hogares pobres confirmó que la absoluta mayoría de los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) pidieron créditos oficiales del Anses, principalmente para invertirlos en la compra de comida.
La dinámica de endeudamiento de los beneficiarios de AUH venía en aumento desde 2017, debido a la constante suba de precio de alimentos y servicios, pero en los últimos tres meses ese nivel pegó un salto cualitativo, acumulando ya 2,5 millones de pedidos de nuevos créditos. Si a este número se suman los ya pedidos previamente, se totalizan 3,6 millones de créditos sobre una población de 4 millones de beneficiarios. Así, el derecho a un ingreso de emergencia está siendo reemplazado paulatinamente por un proceso de endeudamiento creciente, lo que ya sería grave, pero en este caso se trata de deudas con tasas que pueden superar el 50%.
También se incluyeron en el estudio de la CEPA los créditos del Anses destinados a jubilados, pensionados y beneficiarios de asignaciones familiares. En todos los segmentos (exceptuando a las personas no contributivas) se registró un aumento del nivel de endeudamiento, lo que se explica inmediatamente si se toma en cuenta el nivel de aumento de las jubilaciones y otras asignaciones en relación con la inflación.
Esta grave pérdida de poder adquisitivo de asignaciones y jubilaciones tiene un impacto directo en el consumo, con un constante desplome de ventas en supermercados, por ejemplo (investigaciones confirmaron que casi la totalidad de la AUH se invierte en comida).