Desde 2016 unas 4.500 pequeñas y medianas empresas cerraron sus puertas producto de la crisis económica que atraviesa nuestro país, atenazadas entre un constante aumento de sus costos productivos (especialmente debido al aumento de las tarifas de servicios públicos) y la constante caída de las ventas en el mercado interno.
El dato surge de un relevamiento realizado por Industriales Pymes Argentinos (IPA), en el que también destacan el problema de las dificultades de financiamiento bancario accesible que las PyMEs necesitan para sobrevivir en un contexto económico tan adverso. Según el informe, unos 80 mil trabajadores perdieron su puestos en las pymes industriales durante los últimos dos años (la mayoría en provincia de Buenos Aires, donde se ubica el 62% de las PyMEs del país).
Daniel Rosato, presidente de IPA, detalló: “A nivel nacional, la caída que tenemos a septiembre es del 8,7%. En dos años se perdieron 80 mil puestos de empleo y más de 4.500 pymes. La transferencia del mercado formal al informal es algo que se volvió muy común en los últimos meses”. Más allá del discurso oficial que plantea la perspectiva de compensar la caída de las ventas en el mercado interno con la exportación, Rosato explicó que también se redujo a la mitad el número de pymes industriales que exportan: “Antes eramos el 10% y hoy quedamos menos del 5%, todo en un año y medio. De hecho, hoy la mayoría estamos prácticamente sin rentabilidad”.
En el mismo sentido, añadió: “Se había abierto una puerta cuando fue la gran devaluación, después se retrajo aquella pyme que podía exportar y no pudo hacerlo debido a que el dólar pasó de 42 a 37 pesos. Por otro lado tenemos la quita de los reintegros que había dado el gobierno de 3 puntos y las retenciones del 8%. No han vuelto a ser competitivas debido a estos inconvenientes”.
En cuanto a la dinámica del sector PyME Rosato, quien también es titular de la Unión Industrial provincial y presidente del Parque Industrial Plátanos (Berazategui), aseguró que “lo que se busca es sostener la fuente de empleo y mantener la facturación, todos tratan de buscar la manera para no perder”. Sin embargo, el dirigente también reconoció que comienzan a tomarse medidas que afectan a los trabajadores: “Algunas pierden, les va mal, están con problemas y por eso hubo achicamiento de la jornada laboral, suspensiones y despidos. Hoy son pocos los que hacen horas extras, cuando antes sí. Esto se está viendo más desde septiembre, cuando se profundizó la crisis”.
Respecto de la inestabilidad cambiaria, que golpea fuertemente sobre el sector, el dirigente explicó: “Si bien el tipo de cambio bajó, los precios no. No acompañaron al dólar de 42 pesos para bajar a 37, se quedaron ahí. Eso se nota a la hora de observar los insumos”. “Hoy estamos produciendo con un dólar de 40 a 42 pesos y está 37. Las empresas grandes, que son formadoras de precios, te venden insumos para maquinarias en pesos, pero con un valor de dólar a 42. Al no haber previsibilidad, todo el mundo especula”, añadió.
Otro de los grandes problema que enfrentan las PyMEs industriales es el costo de las tarifas. A ese respecto, Rosato señaló: “Todas las pymes industriales tienen consumo de electricidad y gas, que hoy es un poco más caro por unidad. Para una pyme pequeña, las tarifas tienen una influencia de entre el 10 y el 15% en los gastos; para una mediana, que compra en el mercado mayorista, va del 20 al 30%”.
Frente a este panorama crítico, desde IPA consideran que “el principal problema es la falta de financiamiento” y se reclama un plan de asistencia desde el Gobierno nacional. Según Rosato, los créditos que puedan conseguirse “van a ser para producir: pagar salarios, comprar insumos y costear energía, no es que alguno va a vender el cheque al banco para comprar dólares”. En ese sentido, proponen que sean con “una tasa de financiamiento subsidiada del 20% y que sea todo bancarizado, para que se pueda comprobar que el dinero se utiliza para crecer”.
Las PyMEs consideran que una iniciativa por el estilo podría contribuir a “activar el mercado interno, que es algo fundamental y el dinero vuelve de alguna manera al gobierno con impuestos”. “Con el 80% actual de tasa, estamos generando mayor inflación. Las pymes tienen que buscar ese alto costo de financiamiento y ver cómo trasladarlo, porque si no hoy no pueden reponer y quedan fuera de mercado”, confió, mientras que disparó: “Muchas veces hay que comprar la materia de prima de contado a formadores de precios. Entonces, comprás de contado y vendés a 30 días. Así una pyme no puede subsistir”, concluyó.