Después de que este jueves el informe mensual del INDEC sobre la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC) confirmara una inflación para agosto de 3,9%, la más alta del año, distintos economistas anticipan que el acumulado anual podría llegar hasta a 45%, el registro histórico más alto desde la hiperinflación alfonsinista.
Fausto Spotorno, director del Centro de Estudios Económicos de la Consultora Orlando Ferreres, anticipó que la inflación del mes de septiembre, mes donde “pega toda la devaluación”, podría ser de entre 4,5 y 5%. Y añadió: “Nosotros estimamos una inflación para 2018 del 42% porque se vienen cuatro meses de muchísima inflación. Si bien técnicamente estamos en una recesión, hoy Argentina está en estanflación, es decir inflación más recesión”.
El economista Rodolfo Santangelo, presidente de la consultora MacroView, pronosticó que “la inflación de septiembre va a dar 5% y en el año va a dar 45%”. En cuanto a la cotización del dólar, que hoy opera por encima de los 40 pesos, consideró que “todavía el mercado cambiario esta movido”.
José Castillo, economista y docente de la Universidad de Buenos Aires, descartó una posible vuelta de la convertibilidad y anticipó una inflación en torno al 45% para 2018. Y detalló: “En los núcleos urbanos la inflación fue más alta. La anual será del 42-45 por ciento, un número diferente al previsto, recordemos que en diciembre se especulaba con estar entre el 10 y el 12 por ciento y después la cambiaron al 15”.
Desde el equipo del diputado del Frente Renovador Marco Lavagna, se cuestionó duramente al equipo económico del oficialismo: “La inflación de 2018 se encamina a ser la más alta de los últimos 15 años, incluso podría superar el registro de la crisis de 2001. Los pronósticos más conservadores refieren a un piso de 40% para el año”.
El acumulado de los primeros 8 meses del año es de 24,3%, según datos del Indec, pero con una clara tendencia a la aceleración. El acumulado de los últimos 12 meses ya es de 34,4%, según la evolución del IPC. La variación de agosto resultó la más alta del año, después de superar el 3,7% de junio.
Con estas proyecciones de inflación anual no sólo se supera ampliamente las premisas del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que establecían un techo de 32% para el año en el acuerdo firmado en junio, sino que además pone en cuestión todas las negociaciones paritarias firmadas desde inicios del año, que en muchos casos rondaron el 15% de aumento, sin cláusula gatillo, lo que implica una muy significativa pérdida de poder adquisitivo para los salarios.