Vaca Mortal: La viuda de un trabajador petrolero denuncia peligrosa falta de capacitación

En los últimos dos años ya fallecieron 8 trabajadores petroleros en Vaca Muerta, como consecuencia de la intensificación de los ritmos de trabajo y el relajamiento de las medidas de seguridad. En noviembre de 2018 falleció Mauricio Segura, de 35 años, quien cumplía con apenas 5 días de capacitación fue puesto a trabajar turnos de 12 horas para la empresa VenVer y sufrió un accidente fatal. Su viuda denuncia la precarización de las condiciones de trabajo que impulsan las empresas, especialmente luego de la flexibilización laboral acordada por el gobierno de Mauricio Macri y el Sindicato de Petroleros Privados de Neuquén, liderado por Guillermo Pereyra.

Segura cumplía un turno de 12 horas en boca de pozo, trabajando para la operadora VenVer (contratista de YPF) en el sector NQ 423, a 1,5 kilómetros de Plaza Huincul, cuando una válvula mal cerrada lo golpeó en la cabeza, causándole la muerte. Apenas había tenido 5 días de capacitación desde su puesto previo como seguridad de la empresa.

Nacimiento, compañera de Segura, denunció en entrevista con Página 12 la falta de capacitación para los nuevos trabajadores petroleros, un esquema de descansos peligroso y fuertes presiones empresarias para aumentar la producción, aún a costa de la seguridad. Respecto del accidente, recordó: “Cuando ocurrió el accidente, la fiscal (Marisa Czajka) le pidió a VenVer que se autoinvestigara y ahí declararon los empleados que estaban en el lugar, ellos reconocieron que no usaron el vástago y que por eso se había caído la válvula sobre la cabeza de Mauri, todos hablaron de negligencia. La investigación que hizo YPF también hizo hincapié en la negligencia. Pero lo cierto es que Mauricio tenía pocos días de experiencia. Justo ese primero de noviembre (el día del accidente) cumplía los tres meses. Nunca antes había trabajado en empresas petroleras. YPF contó los días que había estado en pozo y fueron veinte. O sea que él no tendría que haber estado haciendo esa maniobra. Estaba todo mal”.

Luego añade: “Primero estuvo como tres semanas en Añelo, y la gente de ahí con la que estaba también eran ingresantes. Me decía que se le hacía largo el día, pesado, porque todos estaban aprendiendo. En las 12 horas que estaban apenas tomaban unos mates. Y cuando lo cambiaron de equipo al 15 en Plaza Huincul, estaba contento porque la gente con la que estaba sí tenía experiencia. Con el tiempo comprendí que los que trabajan en el petróleo le van poniendo valor monetario a su vida. En la mayoría de las empresas no se hacen las cosas como debieran hacerse; o sea una vez que le agarran la mano se saltan pasos, no se cumplen los procedimientos y ellos saben que están haciendo las cosas mal, pero como cobran bien, pierden la conciencia de que están arriesgando su vida. Y las empresas también lo saben. Les meten tanto en la cabeza «hay que producir muchachos» que no se dan cuenta que están dejando su vida ahí”.

Nacimiento recuerda: “Él estaba de mañana pero el día del accidente había cambiado a la noche. Entró a las 19 y salía a las 7 y el accidente fue a las 6 de la mañana. A mí me llaman a las 7.20. El último franco que tuvo Mauri, en vez de descansar siete días sólo lo hizo tres. Los otros cuatro los tuvo que trabajar porque lo habían mandado a Añelo. Así que el diagrama en el que falleció lo empezó cansado. Para que quede más claro: trabajó dieciocho días (en jornadas de doce horas), descansó tres y empezó el nuevo diagrama en el cual en el octavo día tuvo el accidente”.

Más allá del intento de cerrar la causa como un simple caso de “negligencia” por parte del trabajador, durante la investigación de la muerte quedaron claros otros datos: “Él estaba en relación de dependencia. Un día la gente de VenVer (que trabajaba para YPF) se comunicó con mi abogado donde reconocieron todo, o sea le dijeron que el accidente había sido responsabilidad de ellos. Lo reconocieron como para llegar a un arreglo pero no se avanzó en nada. En su recibo de sueldo figuraba con la categoría más baja que según el convenio colectivo no le correspondía por las tareas de pozo que estaba realizando. Estaba haciendo tareas que no debería haber hecho”, explica la viuda de Segura.

Hay investigaciones que muestran que la mayoría de los accidentes ocurren entre los días 10 y 12 del régimen 14 x 7 (dos semanas de trabajo sin descansos por una de franco), por lo que queda claro que no se trata de problemas de descuido personal de los trabajadores sino de un régimen de trabajo agotador que genera situaciones de fuerte peligro.

Hernán Palermo, director de la Revista Latinoamericana de Antropología del Trabajo e investigador del Conicet, explica: “Hay un proceso de pauperización bestial de las condiciones objetivas de trabajo: cuadrillas incompletas que pueden operar, trabajo nocturno, modificaciones en el trabajo en altura con fuertes ráfagas de viento. Lo que sucede en Vaca Muerta es la crónica de un accidente anunciado”.