El incumplimiento de las empresas de transporte, de un acuerdo previo, llevó a la Unión Transporte Automotor (UTA), a realizar una medida de fuerza en todo el interior del país, medida que comenzó este lunes y permanecerá en principio hasta el jueves, de 22 a 6 horas, pero con visos de continuar si no se obtiene una respuesta positiva.
Jorge Kiener, secretario de Interior de UTA, en diálogo con el programa La Gota, por Radio Argentina, explicó al respecto: «Firmamos una paritaria del 15,5% y luego del 10% más. Un tramo de esa paritaria se debería haber abonado con el salario de septiembre, pero la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (Fetap) notificó al ministro de Trabajo, Jorge Triaca «que no puede dar cumplimiento a las paritarias que se firmaron en febrero y en julio» confirmó el sindicalista.
“Se rompió el acuerdo homologado y por eso la medida se activó de inmediato” afirmó. Además «Queda otro tramo más de casi 13%, parte en noviembre y parte en diciembre. Tenemos una nueva discusión en noviembre, la inflación va a estar arriba del 40%, y la paritaria nuestra supera el 25,5%» se lamentó Kiener.
También anticipó que con esto “Se adelanta un escenario que será grave cuando el Ministerio de Transporte de Nación deje de subsidiar a las Provincias a partir del 1ero de enero del año que viene donde las tarifas que hoy rondan entre los 10 a los 16 pesos pueden duplicarse.”
“Hoy todos aportamos de nuestros impuestos para que los colectivos tengan un costo de 10 pesos el litro de nafta, pero a partir de enero si cada unidad tiene que pagar los 46 pesos que vale el combustible en el interior, imaginen a cuánto puede irse el valor del boleto” disparó.
Además sumó una complicación: la modalidad de trabajo: “en el interior se trabaja cuatro horas por la mañana y cuatro por la tarde con lo cual el costo del transporte también es del doble”.
Por último, señaló que la situación es por demás compleja y grave “Las empresas empiezan a no renovar sus unidades por el aumento de sus costos, los recorridos comienzan a desaparecer de las ciudades más chicas, las empresas empiezan a suspender gente, a echarla. Lo cierto es que si no peleamos por el sistema, va a desaparecer”, por eso venimos dando pelea por todo, con mucha fuerza, aunque llamativamente nadie nos convocó al diálogo y estamos muy mal en ese sentido.