Los principales gremios de Uruguay convocaron a un paro el próximo 28 de agosto por «la situación de empleo» del país. El llamado se extiende a todos los partidos políticos de la oposición para que atiendan un panorama complejo en todo el territorio en materia de trabajo.
Fernando Pereira, dirigente del PIT-CNT, la central obrera con mayor peso, dijo que la idea es un «paro político» en medio de la campaña electoral, para pedir definiciones claras en materia de empleo a todos los candidatos. Ante la posibilidad de que se pretendan impulsar medidas «neoliberales», el gremialista anticipó un plan de lucha.
También señaló que hoy ya existe en Uruguay «un ajuste amortiguado». A su vez, expresó «una valorización crítica» de las «experiencias progresistas» en la región porque esos gobiernos «no confrontaron al capital» ni «revirtieron la primarización de las economías».
Los sindicatos tienen propuestas, como la posibilidad de que se implemente un «impuesto al robot» en la industria, para que el cambio tecnológico «no aumente la desigualdad». Y reclaman la “defensa del trabajo de calidad, la negociación colectiva y por una democracia plena”.
