Este miércoles el titular de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra) Gerardo Martínez avaló la decisión del Gobierno nacional de aplicar la Ley de Abastecimiento a los productores y distribuidores de materiales de construcción que con sus pretensiones de acaparamiento generen demoras en la provisión y atrasos en la obra pública en curso.
Pocos días atrás el gremialista había deslizado algunas críticas contra el oficialismo, señalando que luego de casi 9 meses de pandemia “el pueblo argentino no se banca más sacrificios ni ajustes”, al tiempo que denunciaba “falta de contención y problemas de comunicación”, apuntando particularmente contra la eliminación del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y algunas decisiones macroeconómicas del Gobierno de Alberto Fernández en el marco de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Pero, a pocas horas de aquellas declaraciones, Martínez avaló explícitamente la decisión oficial de aplicar la Ley de Abastecimiento para garantizar “que se normalice el proceso comercial” en la construcción y evitar las maniobras especulativas de los proveedores de materiales. “Apoyamos que el Gobierno actúe en toda su dimensión, con todas las herramientas que tiene, para garantizar que se normalice el proceso comercial y no se paralice la construcción”, añadió el dirigente.
El titular de la Uocra sostuvo que el acaparamiento de materiales se podía constatar “desde hacía un mes”, una situación para la que también recomendó poner en la calle a “cientos de inspectores recorriendo las empresas para ver quiénes son los principales compradores y poder determinar en la cadena quién se queda con los materiales”. El dirigente aseguró que su gremio alertó al gobierno con anticipación respecto de este problema, destacando que “había un sector político tratando de acorralar al Gobierno, por ejemplo, en el tema del dólar e imaginamos que iban a surgir sectores especulativos”.
Al respecto también aseguró que la Uocra intentó hablar directamente con las empresas, tras constatar que cementeras como Loma Negra habían comenzado a producir con plena capacidad a pesar de lo que “en los corralones no había cemento”. “Lo mismo hicimos con Aluar, ya pasaba lo mismo con el aluminio”, añadió, para luego preguntarse “quién se quedaba con esos materiales”.
Para terminar, Martínez consideró que esta especulación es “miserable” e “imperdonable y concluyó: “Apoyamos que el Gobierno actúe en toda su dimensión para garantizar que no se paralice la construcción”.