Universitarios rechazan oferta del Gobierno, que avanza unilateralmente, y preocupan las renuncias docentes

A casi una semana de la masiva Marcha Federal Universitaria y mientras se espera la definición de la Cámara de Diputados en relación con el aval o no al veto presidencial a la Ley de Financiamiento universitario, los gremios docentes volvieron a rechazar una propuesta paritaria del Gobierno de Javier Milei. Pero en las últimas horas el oficialismo decidió convalidad el incremento salarial de 6,8% manera unilateral.

Este lunes los gremios universitarios docentes y no docentes participaron de una reunión de la Comisión Técnica para la paritaria universitaria, instancia en la que, según denunciaron desde CONADU, “el Gobierno Nacional no aportó ningún número con el que sea posible negociar y sólo se limitó a explicar el porcentaje rechazado en la reunión paritaria del 26 de septiembre pasado”.

Para la federación nacional de docentes universitarios el encuentro fue otro “fiasco”, ya que “los funcionarios se limitaron a reiterar la propuesta que habían realizado la semana pasada antes de la marcha”, sin presentar ninguna “propuesta escrita de reconocimiento de lo adeudado y mucho menos sobre cómo se recuperará todo lo perdido”. Al respecto, denunciaron que “se trata de una evidente maniobra de dilación para instalar que hay un diálogo con los sindicatos en momentos en que se intenta convencer a sectores del radicalismo y del PRO para que el miércoles apoyen el veto en el Congreso”.

Aunque la propuesta fue rechazada nuevamente por el Frente Sindical de Universidades Nacionales (que también exhortó en un comunicado a la Cámara Baja a “revertir” el veto presidencial), desde el Ministerio de Capital Humano se decidió convalidar de manera unilateral el incremento de 6,8% para octubre. “El Ministerio de Capital Humano ofrecerá un aumento del 5,8% adicional al 1% establecido para personal docente y no docente de las Universidades Nacionales para el mes de octubre. Pese al rechazo gremial, se otorgará el mayor aumento acumulado a este mes dentro del Estado Nacional en consonancia con el compromiso asumido de priorizar el salario y no las disputas políticas”, confirmaron desde la cartera que encabeza Sandra Pettovello.

Ante esta decisión, CONADU convocó a un Plenario de secretarios y secretarias Generales para este martes, también con el objetivo de “definir las acciones que acompañen el tratamiento el día miércoles de la ley de financiamiento universitario, entre las que se analizará realizar la convocatoria a una conferencia de prensa y radio abierta el día miércoles 9 a las 11 horas frente al Congreso de la Nación y, a nivel nacional, a la realización de jornadas de visibilización y abrazos simbólicos en cada universidad del país en apoyo a la Ley de Financiamiento Universitario bajo el slogan: «No hay universidad pública de calidad sin salarios dignos»”.

Mientras el Gobierno continúa con el poroteo para tratar de garantizar una cantidad de votos en Diputados que le permita blindar el veto presidencial, como ya sucedió con la ley que establecía un aumento para los jubilados, desde distintas universidades nacionales confirman una preocupante tendencia a la renuncia de docentes por los bajos salarios que están cobrando. Según un reciente informe, nuestro país paga el salario docente en educación superior más bajo en dólares de toda América latina (un profesor titular, con dedicación exclusiva, cobra en Argentina USD 1124 mensuales mientras que en Brasil, por ese mismo cargo, obtiene USD 4231).

Por ejemplo, hace algunas semanas el rector de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) Jorge Calzoni advirtió que investigadores de la institución abandonan el país por los bajos sueldos y explicó: “Chile paga seis veces más que Argentina”. También la decana de la UTN Chubut, Diana Bohn, confirmó que en “agosto tuvimos seis renuncias por buscar una situación laboral diferente con emprendimientos propios o con más horas en empresas”. Y enfatizó: “Es difícil convocar nuevos docentes con el sueldo que hoy estamos pagando”. Desde las distintas universidades también se informó de una caída en la matrícula de alumnos, porque el empeoramiento de la situación económica y los aumentos del transporte en muchos casos complicaron significativamente la cursada.