Mientras la OIT debate Ginebra, Suiza, el futuro laboral en momentos en los que existen 64 millones de jóvenes desempleados y 145 millones de trabajadores jóvenes viven en la pobreza a pesar de estar empleados, UNICEF pidió erradicar el trabajo infantil.
Las cifras que expuso el organismo sobre esta problemática son elocuentes: hoy hay 152 millones de niños que son explotados a nivel mundial y 73 millones de ellos lo hacen bajo condiciones peligrosas, con un factor predominante: la pobreza. Esto lo único que genera es reforzar la discriminación y las desigualdades. En este contexto, y de acuerdo al director de Unicef de Alemania, Christian Schneider, los gobiernos y empresas deben terminar con este flagelo social.
La organización también apuntó que en África se encuentran 72 millones de niños que se emplean mientras que en Asia hay 62 millones afectados. En su mayoría, los chicos y chicas realizan tareas en el sector agrícola: se estima que 108 millones de niños entre cinco y 17 años de edad trabajan en la agricultura, ganadería, silvicultura, pesca y acuicultura.
Y se calcula que para 2025 la cifra de víctimas de trabajo infantil llegará a 121 millones, de los cuales 52 millones corresponderán a trabajos peligrosos o muy peligrosos. Unicef insiste en que es fundamental, en pos de lograr los objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, terminar con el trabajo infantil, que es señalado como toda actividad para la cual los menores de edad aún son demasiado pequeños, que se da en condiciones peligrosas o de explotación. También trabajos que generan daños físicos o psíquicos así como actividades que evitan que los niños puedan ir a la escuela son consideradas trabajo infantil por la organización.
