Una vez más, el Gobierno intenta reflotar mesas de diálogo entre gremios y empresas

El Gobierno de Mauricio Macri intenta poner nuevamente en pie unas mesas de conciliación entre gremios, empresas y Estado, en este caso con el eje principal de acordar una estrategia contra los despidos. El objetivo a mediano plazo de las negociaciones apunta a desactivar el nuevo paro general que anunció la CGT para el mes de noviembre.

Después de las fallidas mesas de negociación impulsadas a inicios de la gestión macrista, de la cual el sindicalismo se retiró al ver que las empresas no tenían intenciones de cumplir el compromiso de frenar los despidos, con la aquiescencia del entonces Ministerio de Trabajo (estrategia que hace unos meses atrás tuvo un nuevo intento de revival, que no fue asumido por la central obrera, cada vez más crítica con el Gobierno por la creciente presión de la crisis económica y social), el oficialismo intentaría nuevamente sentar a gremios y empresas a una mesa.

Mientras el poder adquisitivo del salario y las tasas de empleo se desploman desde el Gobierno intentan brindar otra muestra de dialoguismo, en la previa de la Cumbre de Líderes del G-20 que se desarrollará en Buenos Aires a fines de noviembre. La sugerencia de buscar nuevamente una instancia de negociación entre empresas y gremios partió también de las negociaciones con Fondo Monetario Internacional (FMI), que sugiere institucionalizar este diálogo, incluso buscando alguna instancia que permita sumar a las fuerzas políticas opositoras.

Desde el oficialismo comenzarían con un intento de recomponer el diálogo con la CGT y las principales cámaras empresarias, para lo que se encuentran trabajando el ministro de Producción y Trabajo Dante Sica y el secretario de Trabajo Jorge Triaca. El primero se ocupará del vínculo con empresarios y gremialistas del sector industrial y Triaca buscará el dialogo con gremios de otros sectores. Desde la Secretaría de Trabajo se busca no asociar las negociaciones a los fallidos acuerdos antidespido de 2016 y 2017, pero sin dudas ese será uno de los ejes centrales del proyecto de acuerdo.

Días atrás los secretarios generales de la CGT Héctor Daer y Carlos Acuña anticiparon otra posible medida de fuerza nacional para noviembre. Según trascendidos, la medida podría cristalizarse en la misma semana de la Cumbre del G-20, 27 o 28 de noviembre. Más allá de las intenciones dialoguistas de los ministros Sica y Triaca, desde la central obrera se considera que “el que decide es Nicolás Dujovne”, por lo que la vía para eventuales acuerdos entre sectores aparece como cada vez más angosta en un escenario económico de fuerte recesión.