El microcentro porteño parece haberse reconvertido en un barrio “fantasma”. La situación comercial del centro de la Ciudad capital sigue sin revertirse y, más allá de la apertura de actividades establecida por el último decreto presidencial, lo cierto es que los locales y las oficinas vacíos siguen generando alarma en el rubro inmobiliaria.
El mapa que presenta FECOBA, la federación que integra al comercio y la industria, señala que de los 4.000 locales que se mantienen desocupados en la geografía porteña, al menos el 60 por ciento se concentran en el microcentro de la Ciudad, y el resto están distribuidos entre “los 100 barrios porteños” con predominancia en avenidas como Cabildo, en el Barrio de Belgrano, o Corrientes.
Y aunque estos puntos comerciales se ofrecen hoy a precios hasta un 50% por debajo de los valores pre pandemia, la demanda para la instalación de nuevos emprendimientos es prácticamente nula a raíz de la ausencia de turismo internacional y la crisis del consumo local.
Florida y Lavalle, dos núcleos neurálgicos de la zona, son muestra de que existe un promedio de hasta 10 inmuebles vacíos y el panorama es aún más desolador en el ámbito de las galerías de la zona. Lo mismo ocurre con las oficinas, que exhiben carteles de alquiler o venta en la mayoría de los casos pues superan el año y medio de desocupadas y presentan pocas chances de abrir sus puertas.
Si hablamos de oficinas, el panorama es igual de desolador. En la zona de las peatonales la vacancia ronda en torno al 70 por ciento y los edificios en venta son una característica dominante, ya que «las oficinas que quedaron vacías en la primera parte de la pandemia continúan igual»
Desde FECOBA detallaron que, pese a que los precios han bajado notoriamente no hay demanda. «En el caso de la peatonal de Florida hay complejos que ya se están ofreciendo con un 50% de rebaja respecto de 2019», y así y todo permanecen desocupados y sin expectativa.
Las cocheras no están ajenas a la situación. Son parte del combo. Hoy cotizan a menos de 4.500 dólares siendo que, por poner otro ejemplo, en barrios como Caballito no bajan de 20.000. Los propietarios están desesperados porque suman dos años de pagar todos los impuestos mientras que sus ingresos siguen en cero.
También las galerías comerciales ostentan una vacancia casi total a excepción de los locales ubicados en los ingresos. En ese nicho en particular, el número de unidades desocupadas alcanza los 400 inmuebles, siempre en el área de las peatonales.
Se estipula que el futuro del microcentro porteño no vuelva más lo que supo ser y deberá reinventarse. Pero de momento atraviesa un momento de parálisis y extinción comercial, además de una clara reconversión laboral que giró sin retorno hacia el «home office».