En medio de una agenda cargada de posibles anuncios contra la inflación pero de pocas políticas contundentes contra la suba de precios, Pablo Moyano expresó su malestar: “Hace rato le pedimos al Gobierno que controle los aumentos en los precios. “Ojalá quelas medidas que se van a tomar cumplan su objetivo y sirvan”, demandó el Camionero.
Fue en el contexto donde el interés era saber si los Moyano estaban del lado de los que “apoyan el acuerdo con el Fondo”, dada la fractura que esto ha provocado en el Frente de Todos. Al respecto, manifestó: “a nadie le gusta acordar con el FMI porque son chupasangres en todos los lugares del mundo, pero era la única solución” y destacó que sin negociación por la deuda “hubiera sido un descalabro total de la economía”.
Pero acto seguido aclaró que eso será en tanto Alberto Fernández y su ministro de Economía cumplan con la promesa de que “no va a haber reforma laboral, no va a haber ajuste, ni va a haber reforma previsional”. Porque de lo contrario advirtió: “Si hay reforma saldremos a la calle”, insistió.
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Los Moyano están acostumbrados a participar de un frente en el que no todos están de acuerdo. De hecho su participación en la conducción de la CGT es un poco eso. Lejos de ser un bloque uniforme, son una de las tres patas que encabeza la central obrera pero mayormente no están en consonancia ni tienen buena relación con las otras partes.
En ese sentido, han pedido sentarse nuevamente con el presidente para ser escuchados en sus propuestas de cara a los próximos meses que podrían ser claves dada la fragilidad política que atraviesa Alberto Fernández, aún logrando acordar un programa económico con el organismo internacional de crédito.