En la tarde de ayer se puso fin a la “crónica de una muerte anunciada”. Cerró una de las fábricas de calzado más importantes del país y desde este jueves, Chivilcoy tiene cerca de 600 trabajadores en la calle.
En protesta, una gran movilización salió desde la plaza principal, frente al Municipio, para terminar en las puertas del local oficialista. Durante la semana pasada, los trabajadores estuvieron recorriendo gran parte de la Ruta 5 junto a la mesa de Unidad Sindical, para visibilizar los diferentes problemas económicos de la zona.
Sus trabajadores responsabilizan al gobierno de Macri y a la apertura de importaciones. Las respuestas del gobierno municipal y provincial, no llegaron nunca, por ese motivo los trabajadores indignados colgaron un enorme cartel en el local de Cambiemos que decía: “esto es el cambio”.
Si bien la fábrica de capitales brasileños argumentó que su comprador, Adidas, está reduciendo los pedidos por acumulación de stock, los trabajadores están convencidos que la apertura de importaciones generó el contexto para que las ventas locales caigan.
La impotencia de los trabajadores es muy grande ya que era una de las principales fuentes de trabajo en la ciudad y la incertidumbre sobre la reinserción laboral genera mucha angustia. Si bien el gobierno municipal ofrece una alternativa laboral, sólo hay puestos disponibles para unas 200 personas.
El intendente Guillermo Britos –actualmente en el Frente Renovador-, había intentado algún tipo de negociación con la fábrica, pero no hubo mayores resultados. Ahora, busca incluir algunos puestos laborales para la obra de la Ruta 5, pero los trabajadores de Paquetá saben que no alcanzará para todos y que será por un determinado tiempo.