Los empleados de la construcción nucleados en UECARA, tendrán un incremento salarial del 1,1% en julio y el mismo porcentaje en agosto, luego de acordar con las cámaras de la actividad, un número que satisface a la administración libertaria y que pronostica una pronta homologación desde la Secretaria de Trabajo, que funciona bajo el paraguas de Capital Humano, embanderado por la licenciada Pettovello. La firma, también incluye sumas no remunerativas, según el escalafón de convenio, en casi una emulación de lo convenido por UOCRA, pero que funciona a partir del mes de junio y que también incluye sumas extras que en principio serán no remunerativas.
Así, ambos gremios que vienen poniendo en superficie una fuerte pérdida de los puestos de empleo a partir de la caída de la obra pública en todo el país, buscan hasta aquí no tensar la cuerda con el gobierno nacional, aunque el diálogo del principal referente de la actividad desde el sector gremial, Gerardo Martinez, no pasa por el mejor momento con la administración libertaria que comanda Javier Milei, por lo que las revisiones previstas para el mes de agosto, podrían provocar el primer cortocircuito oficial en las negociaciones paritarias, si es que las variables de la economía real no dan señales de buena salud.
Tanto así que el propio Martrinez, evalúa dejar de ser parte del «pacto de mayo», que tuvo su primera reunión junio y planifica su segundo encuentro para este mes de julio, aunque ya las fechas patrias quedaron superadas. El titular de la UOCRA refrendará su presencia con otros integrantes de la conducción de la CGT, para tener el aval de ir en representación de la central sindical, o dejar la silla vacía de la participación obrera en este diálogo, que en verdad, según dejaron trascender varios de los asistentes al primer llamado, tiene más las características de un monólogo libertario, que de intercambio de propuestas.
En verdad la CGT acompañaría así una postura de mayor posicionamiento frente el avanza del Poder Ejecutivo, teniendo en cuenta que tanto desde la cámara de diputados, como de senadores, como la postura de gobernaciones e intendentes, empiezan a ser más reacias a aceptar que el gobierno el que imponga toda la agenda y la metodología de aplicación.
En el caso puntual del mundo del trabajo, esto involucra la Reforma Laboral, el avance sobre el sistema de Obras Sociales, los cambios en el control de riesgos de accidentes y enfermedades en los ámbitos de empleo, además de las normas para la contratación y despido de personal. Justamente allí la UOCRA podría aportar un convenio flexible, pero no tanto como pretenden desde el oficialismo.