Este martes se confirmó la muerte por coronavirus de una trabajadora de uno de los merenderos más importantes de la Villa 31, quien contrajo la enfermedad asistiendo a los chicos que asistían al mismo. El fallecimiento de Teodrora Olloa, de 59, refuerza el reclamo de los movimientos sociales para que se priorice a los trabajadores del sector en el plan de vacunación nacional.
Desde Barrios de Pie confirmaron por redes sociales: “En el día de la fecha lamentamos comunicar el fallecimiento de nuestra compañera Teodora Olloa del Barrio San Martin de la Villa 31 a causa de Covid 19. Ella era cocinera del merendero Juana Azurduy donde asistía a niñas y niños del barrio todas las tardes#.
Desde la organización popular insistieron con el reclamo que los distintos movimientos sociales plantean desde hace meses para que los trabajadores sociales sean vacunados prioritariamente, en consideración al rol de máxima importancia que juegan en comedores, merenderos y otras tareas de asistencia que resultan clave para minimizar el impacto de la epidemia en los barrios populares.
“Desde hace meses solicitamos al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que se incluya a lxs trabajadorxs esenciales dentro del calendario de vacunación contra el Covid-19 ya que son nuestras compañeras las que día a día ponen el cuerpo en la primera línea frente al virus en un acto de profundo amor, solidaridad y compromiso con nuestro pueblo”, detallaron.
Norma Morales, dirigenta de Barrios de Pie y secretaria adjunta de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular(UTEP), manifestó: “Venimos pidiendo desde los movimientos sociales la necesidad que tenemos de ser parte del calendario de vacunación porque no queremos más ni Teodoras, Ni Lucias ni Ramonas”.
También el referente del Movimiento Evita y secretario adjunto de la UTEP Gildo Onorato enfatizó que la situación epidemiológica en los comedores y merenderos populares es “dramática” e insistió en que el personal que trabaja en ellos “debe ser considerado como un sector estratégico para poder recibir la inoculación”.
En el mismo sentido, Onorato cuestionó a los sectores que cuestionaron este pedido de los movimientos sociales, manifestando: “Aquellos que intentan estigmatizarnos ante el pedido de vacunación les queremos decir que estamos dispuestos a desarrollar todas las tareas que implican el riesgo del abastecimiento alimentario en los barrios populares”. Y concluyó que son precisamente estos comedores populares los espacios que sostienen la nutrición de miles de familias hoy fuertemente golpeadas en el contexto de crisis económica, social y sanitaria.