Tras el fracaso de la audiencia de conciliación que se llevó adelante este lunes, el gremio de maquinistas ferroviarios La Fraternidad evalúa retomar las medidas de fuerzas para reclamar por una recomposición salarial que permita recuperar lo perdido por la inflación. Ese martes se reunirá el Consejo Directivo del gremio encabezado por Omar Maturano para evaluar las medidas a tomar en el próximo período, con la posibilidad concreta de definir otro paro de trenes en lo inmediato.
La audiencia paritaria, que se concretó en la sede de la Secretaría de Trabajo a partir de las 11 de la mañana, concluyó sin acuerdo, ya que la parte empresarial -con representación de Ferrocarriles Argentinos (FASE), Operadora Ferroviaria (SOFSE), Belgrano Cargas y Logística, Metrovías y Ferrovías- finalmente no mejoró en nada la propuesta salarial realizada en el último encuentro. Por el sector gremial participaron el propio titular del gremio, su adjunto Ariel Coria y el secretario gremial Sebastián Maturano.
Fracasaron las paritarias de UTA y La Fraternidad y se tensa la situación en el transporte
La cartera laboral encabezada por Julio Cordero había definido una extensión de la conciliación obligatoria (dictada originalmente ante el anuncio de paro el pasado 18 de diciembre), que concluye mañana martes, buscando evitar la concreción de una nueva medida de fuerza del sector ferroviario, pero tras el fracaso de la audiencia de este lunes se abre la posibilidad concreta de que el Consejo Directivo defina mañana mismo un nuevo paro, considerándose en “libertad de acción” para retomar las acciones directas.
La propuesta empresarial fue considerada “insuficiente” por La Fraternidad. Desde el gremio cuestionaron en duros términos la “falta de compromiso y responsabilidad” del sector empresarial. Además, el gremio manifestó su preocupación por la situación de los trabajadores ferroportuarios del Puerto de Buenos Aires, tras el reciente anuncio de reestructuración oficial del sector y reducción de personal por el reciente Decreto 3/2025, que elimina la Administración General de Puertos (AGP) y de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables, cuyas funciones fueron absorbidas por un nuevo organismo llamado Agencia Nacional de Puertos y Navegación (ANPYN).