A partir de este jueves el gobierno porteño establecerá carriles exclusivos en algunos accesos a la Capital Federal para los 250 mil trabajadores de la salud, seguridad, comunicadores y abastecimientos autorizados a circular luego de las demoras registradas esta mañana en los puestos de controles viales que buscan garantizar el cumplimiento del aislamiento social, obligatorio y preventivo para frenar el avance de la pandemia de coronavirus.
Así se implementarán modificaciones en los accesos porteños para que puedan ingresar y salir de la Ciudad en forma ágil y con las menores demoras posibles los profesionales de la salud y el transporte de bienes esenciales para evitar que estos servicios esenciales queden envueltos en las demoras por los controles, informaron.
Los objetivos son priorizar la circulación del personal de la salud y la seguridad y facilitar el abastecimiento de alimentos y bienes de primera necesidad para que puedan ingresar y salir de la Ciudad en forma ágil y con las menores demoras posibles.
El personal de sanidad y seguridad podrá ingresar y salir de la Ciudad por todos los puntos habilitados, ya sean los destinados a Transporte Publico, Camiones, o de uso general. La prioridad para ellos es por el carril izquierdo.
La medida se tomó luego de que este miércoles, tras el fin de semana largo, a pesar de la cuarentena, miles de personas intentaban regresar a Capital Federal, por lo que hubo fuertes demoras y largas colas en los controles de tránsito.
En estos accesos se procurará organizar el tránsito de la siguiente manera: Carril izquierdo: personal de salud y seguridad. Carril central: autos particulares con la debida autorización para circular. Carril derecho: camiones y colectivos.
También se amplían la cantidad de accesos para tránsito pesado, ya que el martes se establecieron únicamente accesos exclusivos para transporte público, que a partir de este jueves se abrirán a la circulación de tránsito pesado, facilitando el abastecimiento. Entre ellos se destaca el puente Victorino de la Plaza (puente entre Pompeya y Puente Bosch, que da acceso desde Provincia a la avenida Vélez Sarsfield, luego Entre Ríos y luego Callao).
Este miércoles estaba habilitado únicamente para transporte público y a partir del jueves se suma el permiso para camiones, lo que a su vez ayuda a descomprimir Puente Pueyrredón, agilizando la entrega y provisión de alimentos; y el tránsito en general.
El operativo de control sobre el Puente Pueyrredón se desplaza 1.500 metros –ubicándose sobre la avenida Suárez- para permitir una mejor distribución del tránsito (camiones-transporte público-vehículos particulares) y mejores maniobras y fluidez.
En tanto, a la altura de La Usina del Arte, a partir de las 5 de la madrugada, se sumará un nuevo control en los tres carriles de ingreso a la Ciudad para «reforzar los del lado provincia, en Dock Sud y Hudson».
En total serán 33 los accesos habilitados, 20 para el personal de sanidad, colectivos y camiones y 13 también para el personal de sanidad y vehículos particulares con permiso.
El jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta aseguró que van a ser «muy duros e inflexibles con quienes no tienen permiso para entrar y circular por la Ciudad», y destacó que tienen que «garantizar que cerca de 250 mil personas que trabajan en los sistemas de salud, seguridad, recolección de basura, alimentos y farmacias, puedan circular de forma rápida».
En los accesos permitidos a la Ciudad se formaban largas filas de autos que provocaron demoras para el ingreso de trabajadores habilitados, en el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio que rige como medida para contener la propagación del coronavirus.
En el primer día de cuarentena luego del feriado, el mayor flujo de tránsito comenzó a registrarse en el ingreso por el Puente Pueyrredón, desde la zona sur del conurbano bonaerense, donde cerca de las 4.30 ya se notaban extensas hileras de vehículos.
Otros puentes como Nicolás Avellaneda, Alsina y De la Noria también mantuvieron un flujo mayor de rodados que se dirigían hacia la Capital Federal.
Lo mismo ocurrió en los cruces de avenida General Paz con las avenidas Roca, Eva Perón, Rivadavia, San Martín, Cabildo y los empalmes con las autopistas Dellepiane, Panamericana y del Oeste.
Los demás puntos habilitados con control, como la autopista Panamericana a la altura de Martínez, el acceso Oeste en Ituzaingó, la autopista Riccheri a la altura del Mercado Central y la autopista Buenos Aires-La Plata, se encontraban con un panorama similar con carriles reducidos y largas filas de vehículos.
Marcelo D´Alessandro, secretario de Seguridad porteño, aseguró que «muchos se tomaron el día de hoy como un día hábil y se movilizaron» y precisó que en la Ciudad hubo «10 mil pedidos por hora para los permisos» de circulación.
«Necesitamos la responsabilidad y el sentido común de todos. Todavía hay gente que no entiende que tiene que quedarse en su casa», dijo.
D´Alessandro aseguró que «se está analizando dar una oblea o algo que se vea bien para que pongan en el vidrio los trabajadores autorizados para que pasen rápido» y advirtió que a los conductores que no puedan comprobar su circulación se les retendrá el vehículo.
El gobierno porteño definió como parte de los pasos habilitados la AU Ricardo Balbín (AU Buenos Aires-La Plata), Puente Avellaneda, Puente Pueyrredón, Puente Alsina, Puente De la Noria, Cruce Av. Cnel. J. A. Roca, Empalme AU Luis Dellepiane y Av. Gral. Paz, Cruce Av. Eva Perón, Cruce Av. Rivadavia, Cruce Av. San Martin, Empalme Acceso Norte, Cruce Av. Cabildo y el Acceso Oeste.