El Ministerio de Trabajo dictaminó este miércoles la conciliación obligatoria en el conflicto entre el laboratorio estadounidense Eli Lilly, que anunció que se retira del país el 30 de julio, y que más de un centenar y medio de trabajadores pierden su fuente laboral.
Fue la misma compañía quien confirmó oficialmente la semana pasada que levantará sus oficinas desde donde comercializa en el país sus productos farmacéuticos para atender la diabetes y que la representación en Argentina quedaría a cargo del laboratorio Raffo, de capitales nacionales, que se haría cargo de la distribución de productos pero no de los casi 150 empleados que posee, entre los cuales una buena cantidad son visitadores médicos.
La cartera que conduce Claudio Moroni, en búsqueda de dar tiempo para la negociación, dictó la conciliación obligatoria por los próximos 15 días. Durante este lapso, la empresa no puede realizar ninguna acción que implique pérdida de puestos de trabajo ni el gremio puede realizar medidas de acción gremial en contra del laboratorio.
Por otra parte, el próximo martes 3 de agosto se realizará una nueva audiencia entre las partes en busca de una definición con el laboratorio que trabaja en áreas como Diabetes, Oncología, Urología, Inmunología, Osteoporosis y Sistema Nervioso Central con marcas líderes en el mercado, la que “ha decidido cambiar su modelo de negocio en el país dejando de realizar actividades de promoción, distribución y comercialización directa de sus productos” pero ha generado un conflicto del que dependen más de cien familias que aguardan una solución.