Trabajadores precarizados se movilizaron el viernes contra rebajas salariales, suspensiones y despidos. Se suma el reclamo por las muertes de cuatro compañeros que sufrieron los embates de ésta situación de vulnerabilidad y un quinto cuya vida pende de un hilo.
«La situación de miles de trabajadores ya era inestable, los contratos eran manejados en la informalidad, pero la pandemia no ha hecho más que empeorar las cosas», relata Felipe Sánchez desde las puertas del Ministerio de Trabajo, donde el trabajador de Burguer King participa junto a decenas de compañeros de una protesta.
Son trabajadores de comidas rápidas, de call centers, de reparto, que sufren los embates del Aislamiento por el coronavirus. “Estamos sin ahorros y con sueldos muy bajos”. Tal es el caso del joven que cobra “12 mil pesos” y que según contó a Estado de Alerta: “hay compañeras que tienen hijos, que son sostenes de familia” y agregó: «lo peor es que pese a haber un DNU que prohíbe los despidos, nos están echando y rebajando los sueldos”.
La falta de oportunidades laborales es lo que los mantiene todavía vinculados a las mismas empresas que denuncian. Es el caso de muchos jóvenes que llegan del interior para estudiar y “caen presos” de las cadenas de comidas rápidas o trabajos similares.
“Nosotros somos alrededor de 25 mil trabajadores de fast food a nivel nacional y a los 25 mil trabajadores de las comidas rápidas nos han afectado el salario», disparó. «Después acá en La Red, que es una organización nueva que estamos impulsando con distintos trabajadores de otros sectores, también estamos viendo que la situación es así y peor para muchos otros compañeros”, detalló.
Son trabajos de “4 a 8 horas, dependiendo de la categoría que nos quiera dar la empresa” que además, como parte de las irregularidades, no cuenta con un básico, sino que depende de “cómo se lleva cada uno con su gerente”.
Y en las situaciones de conflicto, no hay una fuerte actuación sindical, sino que “lo que hacen es individualizar los problemas, entonces muchos compañeros quedamos en la situación de que nos rebajan brutalmente el salario -en un 50%- y nos dan soluciones individuales, cuando la realidad lo que necesitamos es que los sindicatos se pongan a la cabeza de los reclamos de nosotros”, reclamó.
Casi como una contradicción, desde el minuto uno de decretarse el aislamiento –sobre todo los repartidores- fueron considerados trabajadores “esenciales” pero eso no se ha visto reflejado en ninguna de sus condiciones de trabajo, por el contrario “cada vez el salario está peor”, denunció Ezequiel.
Por esa razón los trabajadores de éstos rubros decidieron manifestarse pese a la prohibición de hacerlo y golpear las puertas del Ministerio de Trabajo para “poder acceder al IFE y que ese monto sea de 30 mil pesos”.
«Son empresas que están cobrando aportes millonarios del Estado, subsidios para pagar salarios y no están pagando los sueldos”, incluye la denuncia. Al respecto mencionó el caso de su empleador, Burger King, que recibió la ATP y aprovechó que «nuestros sueldos son tan bajos que con la mitad de un sueldo mínimo o básico que da el ANSES pagan un 100% de nuestro salario”.
Como si fuese poco afirmó que “no solamente se aprovechan de esa situación sino que también ahora «nos empezaron a descontar esa plata, o sea, lo que nos declaró la empresa es que no vamos a cobrar por un mes y medio, o sea, 3 quincenas vamos a estar sin cobrar plata hasta cubrir los 16.800 pesos que nos dio la ANSES”, concluyó, poniendo blanco sobre negro a ésta penosa situación.
