Trabajadores de la economía popular avanzan hacia sindicato único

Los principales movimientos sociales avanzan hacia la creación de un sindicato único de trabajadores de la economía popular, iniciativa que podría contar con el aval de la CGT. Juan Grabois, referente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) se lo confirmó al presidente electo Alberto Fernández hace algunos días.

Según trascendió, la iniciativa se daría públicamente a conocer el próximo 7 de diciembre y se podría denominar UTEP (Unión de Trabajadores de la Economía Popular) o SUTEP (Sindicato Único de Trabajadores de la Economía Popular). El secretario general del nuevo sindicato unificado sería el actual dirigente de la CTEP Esteban “Gringo” Castro. La idea es presentar el nuevo gremio en el propio edificio de la CGT, pero quedan dudas al respecto ya que, más allá de los gestos favorables, todavía no se aprobó formalmente siquiera el ingreso de la CTEP a la central obrera, aunque fue solicitado hace más de un año.

Primera reunión del Consejo Contra el Hambre, con fuerte presencia gremial

El conjunto potencial de afiliados, considerando la adhesión de organizaciones como CTEP, Somos Barrios de Pie, CCC, La Dignidad, Frente Popular Darío Santillán y FOL, ronda las 800 mil personas, lo que transformaría a la nueva organización en uno de los gremios más numerosos del país. El marco legal para el nuevo sindicato sería la personería social otorgada por el Ministerio de Trabajo a la CTEP en 2015, que creó un régimen de agremiación complementario al modelo sindical para trabajadores que no están en relación de dependencia. Gracias a esta regulación, hoy los afiliados a CTEP cuentan con una obra social.

Si bien hay acuerdo en avanzar con el proyecto en las organizaciones más grandes, las que integraban el llamado tridente de San Cayetano, aún persisten diferencias con algunas organizaciones más pequeñas o con representaciones provinciales. Pero la intención de los movimientos sociales apunta claramente a avanzar en una institucionalización de sus organizaciones durante el gobierno de Alberto Fernández, reforzando la apuesta por mejores condiciones laborales, jornada limitada, obra social, vacaciones y jubilación para un sector de trabajo informal que hoy alcanza hasta al 30% de la población laboral en el país.