Aunque no lo hicieron propio en redes sociales, la cúpula de la CGT también estuvo presente en la asunción del ex gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli. Pablo Moyano, Héctor Daer y Carlos Acuña encabezaron, y también se sumaron Antonio Caló, Víctor Santa María y Rodolfo Daer, quienes participaron de éste acto que marca una nueva etapa del Gobierno: tal vez la última chance de demostrarle a la producción y al trabajo que de verdad habrá una recuperación.
Con esa expectativa participó la cúpula sindical que si bien tenía una buena relación con Kulfas, se adaptó fácilmente a la llegada del “Pichichi”, un hombre de diálogo con el que no les será difícil encaminar la relación.
La desconfianza está en los resultados, pero para eso primero hay que esperar. Particularmente la preocupación está puesta en los datos de inflación y la situación macroeconómica que, por más paritarias cerradas que tengan los sindicatos más grandes, no alcanza a estar nunca por delante de la suba de precios, lo que genera un fenómeno históricamente nunca visto: gran parte de los trabajadores registrados hoy es pobre o está amenazado con caer a la pobreza en cualquier momento.
Scioli asumió como nuevo ministro de Desarrollo Productivo – Estado de Alerta
Pero la mayor empatía se da en encontrar una síntesis que pueda darle una nueva chance al Peronismo en el 2023 para volver a ser Gobierno y no darle el poder a la oposición, quien ya ha declarado al sindicalismo como enemigo y será quien sí venga a llevar a cabo la flexibilización laboral que ha intentado otras veces.
