Este lunes el presidente Alberto Fernández presentó con un acto en el Museo del Bicentenario de Casa Rosada la ampliación del subrégimen industrial para la provincia de Tierra del Fuego y aprovechó la ocasión para cuestionar a quienes sostienen que estas políticas constituyen un derroche de recursos afirmando que “la plata se malgasta cuando se piden créditos para favorecer la fuga de dólares”.
Durante el evento, el mandatario confirmó la extensión por 15 años de los beneficios del subrégimen, presentó un fondo específico para mejorar la infraestructura del Polo Tecnológico e Industrial de la provincia y un plan de asistencia económica directa para las empresas que quieran desarrollarse en la isla. También se confirmó un acuerdo con los empresarios locales para que en noviembre se pague un bono especial de 40 mil pesos a todos los trabajadores.
El subrégimen industrial para la provincia se estableció en el marco de la Ley N° 19.640 para impulsar nuevas inversiones en la isla, apuntando a beneficiar tanto a las empresas ya instaladas como a fomentar el atribo de otras nuevas.
El Presidente estuvo acompañado por el gobernador fueguino Gustavo Melella, quien destacó el “valor estratégico geopolítico” de Tierra del Fuego. También estuvieron presentes el Jefe de Gabinete Juan Manzur, el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas y otros funcionarios nacionales.
Fernández remarcó: “Algunos sienten que cuando el Estado interviene promoviendo el desarrollo en lugares como Tierra del Fuego está interviniendo adecuadamente. El mercado no va ahí. Para que el mercado vaya, se necesita un Estado que lo impulse, que haga de ese lugar un lugar donde puedan encontrar el desarrollo y la prosperidad”. Y añadió: “Cuando escucho a los que dicen que estamos malgastando la plata en Tierra del Fuego…No, la plata no se malgasta ahí, se malgasta cuando se piden créditos para favorecer la fuga de dólares. La plata se malgasta cuando castigamos al que produce y premiamos al que especula”.
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Para terminar, el mandatario enfatizó el cambio de los indicadores industriales en los distintos gobiernos: “Se ha hablado mucho lo que había sucedido en los cuatro años que precedieron a nuestra llegada al gobierno. En el año 2013, Argentina producía 13 millones de celulares y eso se redujo a 7 millones en 2019. De 3,5 millones de televisores a 1 millón 700 mil. De producir 1 millón 700 mil aires acondicionados, se produjeron menos de 800 mil. Cuando la producción cae, el desempleo aumenta o la precariedad aumenta”.
En ese sentido, Fernández concluyó remarcando el impacto de este proceso en el mercado laboral, donde “el sector pasó de «tener más de 15 mil empleados a tener 8 mil”. Y concluyó: “Eso pasa cuando los Estados se desentienden de la gente, de su tierra, cuando piensan que el mercado lo puede resolver todo”.
