Tenso debut en el primer encuentro entre el Gobierno y la UIA

Fue de tal magnitud la tensión del encuentro que trascendió el malestar que existe en el Gobierno por el carácter confrontativo de la nueva conducción de la Unión Industrial Argentina al mando de Daniel Funes de Rioja, asumido hace apenas unos días, donde sus primeras manifestaciones apuntaron contra la prohibición de suspensiones y despidos y la doble indemnización.

En tiempos de pandemia, lo que Funes de Rioja llama “Triple Cepo” son algunas de las herramientas que en pandemia el Gobierno ha puesto en funcionamiento para evitar desvinculaciones masivas y que se multiplique la desocupación, que así y todo, ya suma oficialmente más de dos dígitos.

El encuentro fue con Miguel Pesce, y el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, quien le reprochó “ese carácter confrontativo”, cosa que de ningún modo era así bajo la conducción de Miguel Acevedo”.

Si bien el empresario es un abogado laboralista de vasta experiencia nacional e internacional y de mucha cintura política, llega de la mano de un sector que “pide más mano dura”, lo que ya le generó un fuerte choque con el sector de Ignacio “Vasco” de Mendiguren, lo que deja a la vista que a la organización industrial tampoco le faltan sus internas, algo que no había sido tan visible públicamente desde su nacimiento.

Este duro cruce se dio en el primer encuentro del Comité Ejecutivo de la entidad con la nueva conducción, que incluyó una veintena de integrantes por vía digital. Allí Kulfas tomó la palabra y se “despachó” con una bienvenida tensa que dejó a las claras que la relación no será tan aceitada como hasta ahora.

Es que el ministro de Producción, enfáticamente dijo que “este ha sido un comienzo incomprensiblemente malo desde el punto de vista del diálogo”, algo que no es habitual en este tipo de encuentros, pero de todos modos y con cierta ironía rescató que “queda un año, 11 meses y varias semanas de gestión para revertir éste mal inicio”.

Acto seguido, el funcionario de Fernández quiso dejar clara la política de acompañamiento que hubo para el sector empresario “sin discriminación” sobre todo en la primera ola de Covid, como el ATP, los créditos o los REPRO, cuestión que le valió duras críticas de algunos sectores por haber ido en salvataje de grandes empresas que no lo necesitaban como el caso del mismo Funes de Rioja o de uno de sus mentores, Paolo Roca, de Techint.

Lo cierto, es que de momento parecen ir en contra mano justo en el tiempo en que debiera darse una salida de la crisis coordinada: pero el pedido de baja de impuestos, de mayo flexibilidad laboral y de menor control estatal que está haciendo la UIA parece ir por otro carril que la idea de reconstrucción que plantea la gestión de Alberto Fernández, aunque el objetivo para hacerlo, según declaran, pareciera ser el mismo: crecimiento económico y generación de empleo.