Desde la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), gremio encabezado por Ricardo Cirielli, apoyaron el plan de integración de los equipos técnicos de Aerolíneas Argentinas y Austral, ahora parte del Grupo AR, y criticaron la decisión de algunos delegados de izquierda de impulsar un rechazo a los cursos de capacitación convocados por las autoridades del grupo.
El gremio recordó que Austral está fusionada en la mayoría de sus áreas con Aerolíneas Argentinas desde la privatización de ambas, a comienzos de los 90, ya que comparten “su dueño estatal, sus autoridades y directorio”. Actualmente el “Grupo AR” se propone “completar esa integración, comprometiéndose a conservar su personal, para lo cual es indispensable que sus técnicos estén debidamente capacitados”. En este sentido, se aclaró que la disposición no implica un cierre, un desguace o un desmantelamiento, tal como “maliciosamente” plantearon algunos delegados opositores de Austral, sino que a partir de las nuevas disposiciones “Austral estará más integrada y unida que antes a Aerolíneas Argentinas”.
Desde APTA explicaron que “los aludidos delegados de Austral, instigados por aquellos a quienes responden y los dirigen políticamente (PO trotskista), dispusieron irresponsablemente, que los técnicos de sus sectores no concurran a cursos de capacitación, a los que fueron convocados por las autoridades del Grupo AR”. El gremio aeronáutico remarcó que estos cursos son “indispensables para que los técnicos de Austral puedan seguir prestando servicios, cuando finalice la fusión entre Aerolíneas Argentinas y Austral, la cual avanza según el cronograma estipulado”.
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La directiva de no concurrir no fue avalada por la Comisión Directiva de APTA y los técnicos que no asistieron a los cursos recibieron 5 días de suspensión, mientras que a los delegados Gastón Kuttnick y Guido Cofré el Grupo AR ya “les inició el juicio de desafuero para luego proceder a sancionarlos por su inasistencia”. Un extenso comunicado firmado por la Comisión Directiva del gremio afirma que “un técnico, al rehusarse a recibir un curso de capacitación que posibilita su continuidad laboral, no va a lograr trabar o cambiar los planes empresariales respaldados por el Gobierno Nacional” y solamente “va a lograr excluirse por propia voluntad, del proyecto empresario y de la Empresa”.
APTA sostiene que si todo el Plan de Negocios del Grupo AR se ejecuta debidamente “se logrará reducir costos, aumentar la productividad, la eficiencia y la rentabilidad empresarial”, lo que asegurará “la viabilidad empresaria y los puestos de trabajo durante la transición de la presente crisis y su consolidación y expansión cuando los mercados se recuperen”.
Al respecto, añadieron: “La realidad de la industria aerocomercial en Argentina y el mundo, como la económica y laboral en nuestro país, no es la misma de diciembre de 2019. Es inédita y trágicamente peor. Así como la pandemia del Covid-19 fue inevitable que llegara a la Argentina, aunque algunos negacionistas decían y dicen lo contrario, también fue inevitable que nos alcanzara la pandemia de las empresas aerocomerciales, que redujo más del 90% del tráfico de pasajeros en todo el planeta, con la consecuente parálisis de todas las compañías aéreas, varios miles de aviones en tierra, y pérdidas incalculables en decenas de millones de dólares”. Y añadieron: “Hasta que la actividad aérea nacional recupere los indicadores del 2019, debemos centrar nuestros esfuerzos en tratar de disminuir los daños y las pérdidas, en empresas aéreas, condiciones laborales, salarios y empleos”. “No es igual estar suspendido que sin trabajo. Hoy, tener un trabajo en la industria aeronáutica, que además sea en blanco y digno, es la excepción no la norma”, remarcaron desde APTA.
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— Ricardo Cirielli (@ricardocirielli) September 13, 2020
Después de unas duras críticas a las políticas gremiales opositoras (“pseudogremialistas con falsa conciencia de la realidad, incapaces de distinguir gobiernos progresistas y nacionalistas de neoliberales y reaccionarios”, con “fanatismo ideológico y accionar como grupo de presión gremial-partidario, que los hace tratar de sabotear planes de negocios cuyo propósito es la continuidad de la Empresa y su personal”), se sostiene que la Comisión Directiva de APTA “continuará con la política sindical histórica del sindicato” que apunta a “la defensa irrestricta de los intereses nacionales, los de Aerolíneas Argentinas, sus trabajadores/as y el país” a los que define como “convergentes”.
“APTA, seguirá luchando por la consolidación y crecimiento de Aerolíneas Argentinas -el sistema nacional de transporte público aerocomercial-, nuestros puestos de trabajo, derechos laborales y salarios dignos. APTA, respaldará el Plan de Negocios del Grupo AR, si es que cumple con los objetivos anunciados y es implementado mediante el diálogo y el consenso gremial”, concluyeron desde el gremio de los técnicos aeronáuticos.