Según datos oficiales de la Secretaría de Industria, cargo de José Ignacio de Mendiguren, la producción industrial de este año cerrará con los niveles más altos desde 2017, así como también será récord la tasa de inversión (la más elevada en una década) y el empleo, que acumula 21 meses de subas consecutivas. El sector automotriz es considerado como el ejemplo de este positivo desarrollo.
En noviembre se registró un crecimiento del 5,3% interanual (12% respecto de 2019), con un uso de capacidad instalada de casi 70%. En cuanto a la tasa de inversión, se ubicó en torno al 22% del PBI, ubicándose como el componente de la demanda que más creció respecto de 2021 y 2019. “Desde el inicio el objetivo fue ordenar las cuentas públicas, sosteniendo el nivel de actividad y el empleo”, sostuvo De Mendiguren.
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El funcionario destacó el rol del sector automotriz en este contexto, que este año produjo casi 500 mil unidades (la cifra más alta desde 2015): “Fue uno de los mejores, porque cambió el modelo, está más orientado al mercado externo, obtuvo una ley que salió por consenso del Congreso y simboliza muy bien lo que deberían replicar otros”. También en cuanto a exportaciones, las automotrices lograron la cifra más alta desde 2014.
De Mendiguren también destacó la importancia de continuar desarrollando la infraestructura energética que permita sustentar este crecimiento productivo: “Una política de fondo que estamos concretando es la infraestructura para la energía, sobre todo en gas, que por muchos años dará precios muy buenos para la industria y aportará mayor competitividad”.