En el último encuentro de los sindicatos industriales que forman parte de la Confederación de la actividad fabril (CSIRA), analizaron un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), donde se exhiben diferentes aspectos del difícil momento que están atravesando la gran mayoría de “las empresas y los trabajadores en la situación actual”, con una marcada baja de la producción y el uso de la capacidad instalada con sus efectos negativos sobre los trabajadores, tanto en lo que refiere a la pérdida de poder adquisitivo real -más allá de alcanzar o hasta superar los índices inflacionarios en muchos de los procesos paritarios-, lo que se suma al temor de perder el empleo, que hoy manifiestan los trabajadores, debido a la fuerte inestabilidad laboral.
Así desde el CEPA, describen que a partir de la asunción de Javier Milei hasta agosto de 2024, se perdieron 38.532 puestos de trabajo en la industria manufacturera de acuerdo con los datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT). Y que la pérdida alcanza los 126.050 si se incorpora Minería y Construcción. Lo que paralelamente trajo la desaparecieron de 879 empresas en la industria manufacturera que si también se suma puntualmente a Minería y Construcción, las fábricas cerradas superan las dos mil trescientas.
El estudio también analiza la situación actual en comparación con el inicio de la gestión de Milei, y concluye que “el 86,6% de los sindicatos refleja un deterioro en sus condiciones respecto a noviembre de 2023, mientras que solo el 10% manifiesta encontrarse igual que el año pasado y apenas el 3,3% manifiesta una leve mejoría”. Y detalla que “este dato se inscribe en un contexto de recesión, donde las políticas impulsadas por el gobierno han impactado negativamente en la mayoría de los sectores consultados.
En cuanto a las expectativas hacia adelante, apenas un 6,7% de los sindicatos señala la posibilidad de una leve recuperación en el corto plazo, lo cual evidencia un clima de perspectivas negativas.
El estudio que la CSIRA lo presentó con el slogan de la central industrial; “Sin Industria Argentina, no hay empleo”, enumera en detalle, muchos de los efectos negativos que están generando, las medidas económicas del gobierno libertario, justamente en una semana, donde los propios industriales de la UIA y las PyMES, reclamaron frenar el actual proceso de importación, recibiendo por respuesta insultos y ninguneos.
Concretamente el informe del CEPA contiene datos como los siguientes:
• El 69,2% de los sindicatos considera que las ventas han desmejorado en el último trimestre y sólo el 3,8% considera que mejoraron.
• La producción sigue el comportamiento de las ventas: el 76% indica una retracción en la producción en el mismo período.
• Esto repercute en menos turnos de producción: el 62,9% manifestó una reducción de los mismos en el último trimestre.
• El 92% de las entidades sindicales declaró que el uso de la capacidad instalada se mantiene igual o desmejoró desde el inicio del mandato de Milei.
• Un tercio de las empresas (33,4%) sigue teniendo problemas para afrontar los pagos a los trabajadores.
• 70% de los sindicatos considera que la sanción de la Ley Bases tendrá un impacto negativo sobre su sector de actividad, mientras que sólo 3,3% confía en una mejora.
• Si bien se incrementan levemente los plazos de discusión paritaria, el 79,3% indicó que los acuerdos no se homologan en tiempo y forma.
• El 82,8% de los gremios considera que el vínculo con la Secretaría de Trabajo es mala o regular.
• Los gremios indicaron que, en la discusión paritaria, además de los salarios, se discute: la actualización de convenios, la incorporación de sectores y el fondo de desempleo.
• Sólo el 3,4% de los sindicatos considera que las condiciones laborales de los Convenios Colectivos de Trabajo han mejorado. El 34,5% considera que han empeorado.
• El 60,7% dan cuenta de despidos respecto del trimestre anterior. Esto se agrava con la reducción de horas extras, la implementación de suspensiones, retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas.