La crisis productiva continúa desplegándose a pasos agigantados con las medidas económicas que impulsa el Gobierno de Javier Milei. Entre la apertura de importaciones indiscriminada y el desplome del consumo en el mercado interno, empresas pequeñas, medianas y grandes vienen aplicando cierres o reducciones de personal sin freno y sin perspectivas de recuperación para este año. En los últimos días se confirmaron cesantías en la planta de la localidad bonaerense de Esteban Echeverría de Molinos Río de la Plata y la química suiza Clariant anticipó el cierre definitivo de su planta de Zárate.
En cuanto a Molinos, este miércoles los trabajadores, la Comisión Interna y el Sindicato de Trabajadores de la Industria Alimentaria (STIA) lanzaron un paro por tiempo indeterminado a partir de las 21 de este miércoles, exigiendo la reincorporación de seis trabajadores despedidos. Frente a ello, la empresa decidió despedir a otros cuatro trabajadores, completando diez despidos. Las asambleas que votaron el paro reclaman no sólo la reincorporación sino el fin de los despidos y las amenazas (se denunciaron numerosas acciones que podrían encuadrarse como prácticas antisindicales), así como también condiciones laborales más seguras.
La empresa de la familia Perez Companc había comenzado el pasado 26 de mayo con un proceso de reducción de personal, garantizando sólo dotaciones menores a lo recomendado para la operación de las maquinarias, lo que genera muchos riesgos de accidentes para los trabajadores. La firma fue denunciada en el Comité Mixto de Seguridad e Higiene, pero viene ignorando sistemáticamente sus intimaciones. Toda la situación ya fue denunciada por la comisión interna ante el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires.
En lo que hace a la empresa suiza Clariant, en estos días confirmó su decisión de cerrar definitivamente su planta de la localidad bonaerense de Zárate para retirarse definitivamente del país, lo que implica el cierre de la fuente laboral de unos 50 trabajadores. Los productos que se fabricaban en nuestro país pasarán a importarse de la sucursal brasileña de la empresa. Clariant S.A. ya notificó a los trabajadores y se comprometió a liquidar las indemnizaciones, aunque aún no confirmó que vayan a pagarse al 100% correspondiente. La crisis de la industria química en Zárate también se refleja en casos como la conciliación obligatoria de Archroma, los recortes de personal en Agrofina y casi una treintena de despidos en Alpek.