Este jueves vence la restricción por lo que el Gobierno avanza en la posibilidad de alcanzar un acuerdo con los frigoríficos para reabrir las exportaciones de carne, aunque volvió a justificar las restricciones, al advertir sobre el nivel de «evasión» del sector y la necesidad de garantizar el abastecimiento en medio del alza de precios.
En ese sentido, la vocera fue la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, quien señaló que «estamos en permanente diálogo con los frigoríficos y el sector de la carne y seguimos negociando».
La decisión del Gobierno de poner pausa en las ventas externas de carne tuvo una consecuencia indeseada: un nuevo aumento de precios en los cortes de consumo popular, ajuste que se sumó al 80% de suba promedio registrado en un año. El último aumento tuvo que ver con que en paralelo, el campo realizó un paro de casi dos semanas que restringió la oferta de modo que los precios lejos de bajar, se incrementaron.
La otra gran preocupación, además de los precios, las pérdidas económicas y el menor ingreso de divisas por exportaciones ronda en que hace peligrar más de 15 mil puestos de trabajo que se emplean en el sector y que pueden perderse de no encontrar una salida, razón por la que gana fuerza el reclamo de apertura.
Al cierre de la medida, la Comisión de Enlace que agrupa a las cuatro organizaciones rurales que convocaron a la medida, anunciaron el inicio de un período de «diálogo» para revertir la situación, pero no había un clima distendido que permitiera pensar en una apertura segura.
Si bien es un deseo del Gobierno, que el mercado exportador siga creciendo, sobre todo con China, un destino que se abrió durante el gobierno de Cristina Fernández, se considera necesario ordenar «ciertos desajustes en su facturación, en evasión que había en el mercado exportador, y a que a partir de este ordenamiento y estas conversaciones con el sector privado se entendiera que el mercado exportador tiene que ser compatible con el abastecimiento y los precios dentro del mercado interno», señaló Español.
En este contexto, desde otros rubros relacionados a la carne, como son los cueros crudos, hubo un reclamo gremial en defensa de la industria local que ponía en duda también la continuidad de exportaciones por falta de actividad en las curtiembres y riesgo de despidos.