El sindicato de trabajadores del ANSES, nucleados en el SECASFI ya habían anticipado a Estado de Alerta que no había reclamo alguno ante la «necesidad» de contar con trabajadores en forma “presencial” en el organismo y que, por el contrario, una vez dispuestas las nuevas medidas de apertura de los centros de atención, el gremio se pondría a disposición de la ex flamante directora ejecutiva, Fernanda Raverta para prestar el servicio.
En ese sentido, desde la entidad que conduce Carlos Ortega, afirmaron que “somos un servicio esencial declarado por el presidente y como tal lo asumimos”. Al respecto aseguraron que “tomaremos las medidas de seguridad para defender y resguardar la vida de nuestros trabajadores pero tenemos que estar a la altura de las circunstancias porque la seguridad social es fundamentalmente solidaria y estamos al servicio de la comunidad”.
En el mismo sentido, y través de un comunicado oficial, desde el SECASFI quisieron dar fin a la polémica sobre si los trabajadores deben o no presentarse a trabajar y denunciaron la manipulación de «argumentos infundados y situaciones confusas» que consideraron un «menosprecio del rol que tenemos como trabajadores y trabajadoras esenciales».
Y en ese sentido reiteraron que “somos esenciales porque nuestra actividad es el instrumento de inclusión de millones de argentinos y argentinas, y hoy más que nunca, somos garantes de acercar soluciones y ayudas para que nuestros compatriotas tengan sus derechos garantizados, y en muchos casos un ingreso básico que les permitan alimentarse y vestirse” fundamentaron.
Por otra parte, y en contraposición a quienes decían que se “expone” a los trabajadores en medio de la pandemia, desde el SECASFPI insistieron que “la vida de los trabajadores y trabajadoras de la ANSES se protegen, no con grandes declamaciones, sino trabajando codo a codo para que los elementos de seguridad e higiene estén en cada una de nuestras oficinas, como así también respetando y controlando el cumplimiento de los protocolos del Ministerio de Salud”.
Por otro lado, apuntaron a que “la guerra no es contra un funcionario o funcionaria, es contra el hambre y la pandemia”. Al respecto apuntaron a “que resulta fácil criticar desde la comodidad del hogar, mientras miles de argentinos y argentinas sufren necesidades”.
Al mismo tiempo llamaron a evitar “peleas estériles”, y señalaron que “nadie es más o menos defensor de los derechos de los trabajadores y trabajadoras” y desde la Comisión Directiva Nacional apuntaron a diferenciarse de una industria o una fábrica, y revalorizar en tiempos de pandemia “la función de la previsión social en cuestión de garantizar derechos, inclusión y justicia social: es la hora del pueblo”.
Así, a través de este duro comunicado se caratuló de “cobarde y egoísta” el llamado a desoír el decreto que los incluye como “trabajadores esenciales”, lo que hace indispensable que se presenten en sus lugares de trabajo, tal como señala del decreto.
