Según lo dispuesto por el Ministerio de Trabajo el pasado 6 de abril, se abrieron las negociaciones paritarias para casi una treintena de gremios y cámaras empresarias (aunque otros ya venían negociando desde antes). Entre los convocados se cuentan Camioneros, Sanidad, Gastronómicos, seguridad, maestranza, plásticos, pasteleros, del seguro, de la alimentación, textiles, de la televisión, trabajadores de aguas gaseosas, del vestido, químico y petroquímico, molinero, viajante, madera y Uecara.
En el marco de fuerte aceleración inflacionaria (6,7% en marzo, el índice más alto de los últimos 20 años), muchos sindicatos apuestan por “acuerdos cortos” que puedan minimizar la erosión del poder adquisitivo de los salarios. Se abre así un período de dura puja un escenario 2022 con pronósticos inflacionarios que superan el 60%. El objetivo oficial es mantener las paritarias en una franja que no supere el 50%-55% anual.
En este sentido, el propio Armando Cavalieri, titular de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (Faecys), el gremio con mayor cantidad de afiliados a nivel nacional, remarcó que “las consecuencias de la aceleración de precios en los últimos meses proporcionó datos alarmantes y, a partir de esos parámetros, se adoptó la decisión de generar acuerdos más cortos; es decir, del orden trimestral”. Uno de los objetivos de corto plazo sería obtener un aumento del 24% para el período abril-junio.
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Uno de los gremios que siguió este camino fue la Unión Obrera de la Construcción (Uocra). El sindicato encabezado por Gerardo Martínez termina de cobrar en mayo el último tramo del acuerdo 2021 que redondeó una recomposición del 56,4%. Para este año, voceros del gremio reconocen estar evaluando acuerdos trimestrales o cuatrimestrales, siempre en el marco de su intención de firmar acuerdos que se ubiquen “por encima de la inflación, aunque la modalidad se perfilará cuando comience el diálogo”.
La Federación Gráfica Bonaerense (FGB) de Héctor Amichetti, cuya paritaria venció a fines de marzo, fue otro de los gremios convocados por la Resolución 388/22 de Trabajo. Hace pocos días firmó un aumento de 50% en tres tramos (21% en abril, 14% en julio y 15% en octubre) para el semestre abril-octubre, con cláusula de revisión.
Smata, el gremio que conduce Ricardo Pignanelli, hace años que viene negociando acuerdos trimestrales en base a la evolución del costo de vida. Para el dirigente el objetivo es superar la marca inflacionaria porque “entre 2016 y 2019 se evaporó el 25 por ciento de poder adquisitivo” de los trabajadores.
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El sindicato del Seguro de Juan Sola firmó una recomposición del 37% para el período abril-septiembre, mientras que el gremio del vestido cerró 53,4% en dos tramos (julio-octubre) más una gratificación extraordinaria del 7% del salario básico y cláusula de revisión. La Asociación Bancaria que lidera Sergio Palazzo se declaró en estado de alerta y movilización por la propuesta “irrisoria” que realizaron las cámaras del sector. En 2021 el sector redondeó un incremento del 51%, que empardó a la inflación.
La poderosa Federación de Camioneros busca romper por mucho el techo propuesto por el Gobierno, exigiendo un 85% de aumento anual y un bono de $20.000 en el básico, en sintonía con la recomposición de los empleados legislativos. La Federación Obrera de la Industria del Vestido (FONIVA) cerró en estos días un acuerdo del 53,4% en dos tramos (30% abril-junio y 23,4% julio-octubre).
Todavía falta resolver la paritaria con los sindicatos estatales UPCN y ATE, que piden adelantar las mesas previstas para mayo. Y la próxima semana, el Congreso nacional de delegados de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), en la que debutará la nueva conducción de Abel Furlán, podría discutir una reapertura de paritarias, pese a que hace pocas semanas el gremio cerró un 45% de aumento.
