La crisis que atraviesan las empresas de Tierra del Fuego dedicadas a la producción de celulares, aires acondicionados y televisores se profundizó, peligrando miles de puestos de trabajo. Estas firmas acumulan stocks, deudas y deben suspender empleados ante la falta de actividad.
Asimismo, la producción de televisores bajará 35% este año y no existe perspectiva de mejora, tal como reconoce un directivo del sector: «El mercado está muy afectado. Tenemos el depósito lleno de unidades que fabricamos el año pasado».
«Estamos comercializando equipos a precios que no reflejan el salto del dólar del último año. El nivel de pass through (traspaso de la devaluación a precios) fue bajísimo, porque el poder adquisitivo se resintió mucho y la demanda no convalida las subas», añadió.
Otro directivo relató: «Hay que ser claros: estamos operando con un uso de la capacidad instalada que no llega al 60%. Hay plantas que van a permanecer inactivas durante dos meses y otras que tuvieron que reducir las jornadas laborales. Resolver esto requiere de una solución mucho más de fondo que una acción de marketing».
El mercado de celulares no escapa a las circunstancias económicas y se prevé que este año se realizarán medio millón de equipos menos en relación al 2018, que fueron 8 millones. También el área de aires acondicionados, con precios muy elevados, de más de 30 mil pesos, y con nula financiación. Para el futuro, un ejecutivo comentó «no creo que la situación cambie en el primer semestre. Para el segundo puede mejorar algo, si bien habrá que monitorear de cerca cuatro temas clave: tasas, inflación, dólar y, muy importante, cómo influye el clima electoral».
BGH en este escenario decidió suspender, hasta el 18 de abril, a 830 empleados que pasarán a cobrar el 70% de su salario y desde la UOM estiman que «se podría despedir a 1500 trabajadores». En la planta de Carrier echaron a diez personas, Badisur a 30 operarios y se niega a pagar la indemnización, Armavir está casi en la misma situación, y Brightart suspendió a gran parte de su personal.
Los números grafican el panorama: la cantidad de trabajadores en la industria electrónica pasó de 11.324 en 2015 a 9882 en 2016, 8371 en 2017 y se mantuvo en 8334 durante el año pasado.
A su vez, vale destacar que las empresas no han respetado el acuerdo al que arribó la UOM y el gobierno provincial por el cual se iban a mejorar los salarios de los trabajadores -aunque por debajo de la inflación estimada hasta mediados de 2020- y se mantendrían sin cambios las plantillas laborales.
Esto, para el gremio, significó «una ruptura absoluta de un acuerdo que en su momento fue muy criticado pero que ahora nos sirve como herramienta de negociación”. La posición es firme: rechazar cualquier despido y las suspensiones si no garantizan el 100% del salario”, establecieron.