En el marco de la profunda recesión mundial generada por la epidemia de coronavirus, los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) confirman que durante el mes de abril se perdieron 186.000 empleos registrados (en relación con marzo), lo que implica una caída mensual de 1,6%.
Desglosando los datos globales, se advierte que el desplome del empleo responde a la pérdida de 128.000 puestos de trabajo asalariados privados y otros 32.000 empleos registrados como monotributistas. Según el Ministerio de Trabajo, la principal causa de la baja no se explica por despidos sino por renuncias, jubilaciones o finalización de contratos.
Solo un 3% de las empresas pudieron sumar personal durante el mes de abril, un claro retroceso en comparación con el 7% que lo había hecho en el mismo mes del año anterior. Un 10% de las empresas redujo su dotación en abril de 2020, lo que implicó un aumento de solo un 1% en términos interanuales.
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En el mes en cuestión, la actividad económica se derrumbó un 26,4%, una cifra que superó el declive generado tras la crisis de la convertibilidad. En ese contexto, la reducción de puestos de trabajo registrados en el sector privado fue del 2,2%, por debajo del 2,7% verificado en enero de 2002. En el marco de la epidemia, un 12% de las empresas aprovecharon el acuerdo entre CGT y UIA sobre las suspensiones con un 75% del salario para, suspender, registrándose 715.000 casos en abril.
Desde la cartera laboral explicaron: “La evolución del empleo asalariado suele presentar valores más estables, ya que existen marcos legales e institucionales y razones económicas al interior de las firmas que tienden a morigerar una reducción súbita y profunda del nivel de actividad”.