La proclamación de la fórmula Fernández-Fernández reordenó el mapa de apoyos sindicales a los distintos precandidatos ya lanzados. Uno de los más perjudicados por el reacomodo del tablero fue el economista Roberto Lavagna.
Más allá de que gremialistas como el gastronómico Luis Barrionuevo siguen apoyando la candidatura del ex ministro de Economía, anticipando que va a ser el próximo presidente del país, varios sindicatos ya le plantearon que la única forma en que continuarían apoyándolo sería si acepta competir en una interna peronista, condición que Lavagna ya rechazó en reiteradas ocasiones. Otro sector le pide a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner que se baje incluso de la vicepresidencia para posibilitar una alianza aún más amplia.
Barrionuevo criticó al Gobierno e insistió con que Lavagna será el próximo presidente
Estas múltiples operaciones gremiales en curso implican un gran cambio de centro de gravedad en comparación con el escenario anterior a la proclamación de la fórmula Fernández-Fernández. En el escenario previo muchas organizaciones sindicales se habían alineado con Alternativa Federal, con el grupo de la CGT incluso apostando a incluir a Lavagna en el espacio.
Si bien era pública la mala relación de la ex presidenta con los actuales dirigentes de la CGT, en muchos de sus líderes la estrategia de ofrecerle la cabeza de fórmula a Alberto Fernández fue muy bien recibida y comenzaron a reabrirse diálogos que aparecían como completamente imposibles. Entre estos casos se cuentan el líder de la CATT Juan Carlos Schmid, el Secretario General de UPCN Andrés Rodríguez, el barrionuevista Carlos Acuña y el propio dirigente cegetista Héctor Daer.
El escenario aún no termina de configurarse e incluso no se sabe si el líder del Frente Renovador Sergio Massa mantendrá la organicidad en AF o se volcará a una alianza con el kirchnerismo, dando por superada la grieta. En esas condiciones los referentes gremiales evitarán definiciones políticas tajantes, hasta ver cómo se acomodan las fichas.