Por primera vez en 70 años los 700 trabajadores de la histórica fábrica textil correntina vieron interrumpirse la producción. Ante la severa crisis económica, la empresa decidió eliminar un turno y aplicar suspensiones rotativas para todo el plantel, que mientras no trabaje percibirá el 70% de su salario.
Raúl Esquivel, titular de la Asociación Obrera Textil denunció que las siete industrias textiles de la provincia de Corrientes atraviesan una situación “crítica”, mientras “reina la incertidumbre” y “no hay perspectivas para nadie”.
En declaraciones a los medios añadió: «La apertura de las importaciones y la baja del consumo en el mercado interno, producen un exceso de stock y la inactividad en las plantas que pone en riesgo la estabilidad de los trabajadores”.
Para afrontar la gran caída de ventas en el mercado interno, la empresa ya había suspendido la producción durante todo el mes de enero, interrumpiendo su actividad por primera vez en 70 años. Al retomar la producción a inicios de febrero, la empresa anunció que se retomaría la actividad con un turno menos y un esquema de suspensiones rotativas.