El paro que convocó la Mesa de Enlace divide a distintos sectores agrarios, que no se sienten identificados con la decisión de no comercializar granos ni carne durante esta semana. Uno es José Aranda, uno de los representantes más importante de los arroceros, titular de Copra S.A., una compañía exportadora, y accionista de Clarín.
El empresario pidió ante esta coyuntura y destacó que la medida oficial beneficia a las economías regionales: “Yo quiero hacer un reconocimiento, para diferenciarme un poco de este llamado al paro (agropecuario), respecto de que la medida que adopta el Gobierno (en materia de retenciones) beneficia a las economías regionales y a los pequeños productores”.
Luego, expresó que “nosotros estamos en una economía regional, somos productores de arroz, y una rebaja de 4 puntos en las retenciones hace mucho para darle sentido oneroso” y apuntó que se necesita diálogo y no resquemor: “Son tiempos de diálogo más que de confrontación».
Pequeños productores agrícolas realizarán un “verdurazo y tractorazo por un país solidario”
“Entramos todos los productores agropecuarios dentro de la condena de ser iniciadores de un conflicto, cuando yo creo que en la mayoría no está el ánimo del conflicto sino del diálogo”», aseguró.
Esta medida a su vez ocasionó que pequeños productores agrícolas hayan confirmado la entrega de forma solidaria de 20 mil kg de verdura en Plaza de Mayo, como iniciativa en apoyo a las medidas redistributivas aplicadas por el Gobierno nacional.
Nahuel Levaggi, coordinador nacional de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), explicó que “las retenciones segmentadas son una medida justa para que quienes más se han beneficiado del modelo agroexportador concentrado aporten a financiar las políticas públicas estratégicas para la lucha contra el hambre y el fomento de la producción de alimentos sanos y accesibles”.
Hasta el jueves se extenderá el paro del campo en contra de las retenciones
Desde la UTT entienden que se están disputando dos modelos de país: uno corporativo y concentrado, que acapara tierras y recursos nacionales, y otro solidario e inclusivo, que apunta a la soberanía alimentaria y a la garantía de derechos. Por eso, el “otro campo” sale nuevamente en defensa de las medidas redistributivas que benefician a a los pequeños y medianos productores que alimentan al país y a los sectores más golpeados por la crisis.