La empresa radicada en Santiago del Estero, de capitales tucumanos, Viluco confirmó que despidió a 117 operarios de 200 de la planta dedicada a crushing de soja y producción de biodiésel. Según dejaron trascender los trabajadores, la firma ofreció una indemnización de 50 por ciento del monto que corresponde y en cuotas. Además, ninguno fue notificado formalmente.
La firma presentó un proceso preventivo de crisis (PPC) pero fue rechazado por el sindicato y la Secretaría de Trabajo provincial no lo avaló ante la falta de acuerdo. El delegado gremial Luis Paz indicó: “Hace cinco años que viene presentando preventivo de crisis, pero recién el año pasado es que comenzó a frenarse la producción por las políticas económicas nacionales. Pero el objetivo es flexibilizar el empleo y quedarse con mayoría de trabajadores tercerizados”.
“Sabemos cómo la política nacional afectó a las empresas de biodiésel de todo el país. Estamos teniendo problemas con plantas en Bahía Blanca, San Luis y Rosario. Son cinco que ya presentaron el preventivo de crisis. La mayor exportación de la producción de soja complica aún más al mercado interno y deja sin trabajo a muchos empleados del sector”, explicó Paz.
Las compañías del sector han reclamado medidas al Gobierno en pos de mantener el nivel de actividad ante un escenario de crisis cambiaria. Esgrimen que en febrero el dólar estaba en 38 pesos y en abril tocó los 44,96 pesos, lo que provocó un desfasaje para la compra del aceite de soja y metanol para producir el biocombusible. Estas materias primas representan 95 por ciento de la estructura de costos.