Grandes empresas que generan cientos o miles de puestos de trabajo en algunas provincias vienen atravesando proceso de crisis que implican un duro golpe sobre las economías locales. Estos son los casos de la petrolera de mayoría estatal YPF en la provincia de Santa Cruz y de la histórica empresa láctea SanCor en Santa Fe.
En el caso petrolero, la larga transición de YPF para salir de la provincia, buscando dejar sus operaciones locales en manos de otras empresas para enfocarse en áreas petroleras no tradicionales de Vaca Muerta. Este largo proceso, que incluyó 2500 acuerdos de retiro voluntario, genera incertidumbre sobre miles de puestos de trabajo colmó la paciencia del Sindicato de Petróleo, Gas Privado y Energías Renovables (SIPGER) de Santa Cruz, que anunció un paro general por tiempo indeterminado desde las 13 de este miércoles para exigir la salida definitiva de empresa de la provincia y para reclamar la apertura inmediata de las paritarias del sector.
Santa Cruz: La salida de YPF de la provincia impacta en la construcción con despidos y suspensiones
El gremio responsabiliza a YPF de la crisis en los yacimientos convencionales de la provincia, tras el anuncio de abandonar sus inversiones locales. “Hace más de un año que estamos esperando que se vayan. No los queremos más en Santa Cruz”, manifestó el secretario general del gremio Rafael Güenchenen en el marco de una masiva asamblea de petroleros en la localidad de Las Heras. El dirigente también cargó contra el titular de YPF Horacio Marín, a quien le exigió definiciones urgentes: “Si ya tomaron la decisión de irse, que lo hagan rápido. No queremos esta YPF que solo genera desocupación. Que ya que tomaron la decisión de irse, que sea rápido. Que no nos pase que tengamos que esperar seis meses mientras YPF sigue con estas políticas de abandono, achicando, bajando equipos y ahora con un plan de retiro voluntario”.
En el caso de SanCor, que hace unos días anunció su convocatoria a acreedores responsabilizando por la crisis a la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea de la República Argentina (Atilra), el gremio descartó rotundamente algún tipo de responsabilidad en el largo procesos de crisis de la empresa láctea. Los planteos contra Atilra fueron del asesor de la Mesa Provincial de Lechería de Santa Fe (Meprolsafe) y ex secretario de Lechería de esa provincia Pedro Morini, quien sugirió que “hubo un gremio que quería quedarse con la empresa”.
El titular de Atilra, Etín Ponce, respondió: “Supina ignorancia la del asesor. No solo porque desde Atilra jamás hemos tenido la intención de quedarnos con ninguna empresa del sector, sino que tal posibilidad está absolutamente vedada desde el punto de vista legal, tornándose consecuentemente imposible que alguien pueda pensar racionalmente en ello”. El dirigente insistió en que el gremio no es enemigo de los productores ni de las empresas, citando como ejemplo su rol en las ventas de Milkaut y de Molfino a firmas extranjera.
“Reiteramos que ni los trabajadores de SanCor, ni Atilra, gestionan a las empresas, esta es una tarea de dirección reservada a las autoridades de las mismas. Las y los trabajadores son solo responsables de la calidad de los productos que elaboran y víctimas de las gestiones de quienes han venido dirigiendo a la cooperativa”, insistió el gremio. En este sentido, defendió las medidas de fuerza tomadas y ratificó sus cuestionamientos a la dirección empresarial de SanCor, denunciando además que hace por lo menos siete años que vienen sufriendo descuentos por aportes que no realizados y que no cobran la totalidad de sus haberes en tiempo y forma.